En su comentario difundido en el programa Panorama, de la Cámara Nacional de Radio del pasado 9 de enero de 2.009, el señor Miguel Valle Guzmán manifestó su sorpresa por el recurso de hábeas corpus interpuesto por mí, en condición de Fiscal General de la República, a favor de la estadounidense Nicole Elsie Kater. Sugiere don Miguel Valle que en mi condición de funcionario público no actué con estricto apego a la ley, sino con base en el criterio del “pobrecito”.

Las afirmaciones del señor Miguel Valle parten de bases equivocadas. De sus palabras concluyo que confunde el recurso de casación previsto contra las sentencias penales, con el recurso de apelación que la ley establece contra las sentencias de extradición. Aunque el Tribunal de Casación es competente para conocer de ambas formas de recurso, su naturaleza jurídica es distinta y sus objetos de resolución son también distintos. Por esta razón, ni la jurisprudencia de la Sala Constitucional ni de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, invocadas por don Miguel Valle, tienen aplicación al caso de la señora Kater.

El segundo error del señor Miguel Valle, consiste en afirmar que el gobierno de los Estados Unidos de América formuló la solicitud de extradición de Nicole Elsie Kater, por haber cometido esta señora −supuestamente− el secuestro de su propia hija. Antes, por el contrario, los hechos consignados en la solicitud de extradición describen un delito de desobediencia a la autoridad, y, de acuerdo al Tratado de Extradición entre Costa Rica y los Estados Unidos de América, por el delito de desobediencia debido a la pena con que se sanciona no procede la entrega de personas.

Comprendo que en este punto el señor Miguel Valle hubiera sido impreciso, pues él mismo indica que basa su comentario en una noticia periodística y no en el estudio y conocimiento detallado del expediente judicial. Es por el estricto respeto al Tratado de Extradición con los Estados Unidos de América, que la señora Kater no puede ser entregada a ese país.

Amén de lo anterior, Nicole Elsie Kater conoció las razones para su entrega a Estados Unidos, hasta el momento en que fue notificada por el Tribunal de Casación, y ahora no tiene posibilidad de impugnar, cuestionar u objetar la decisión judicial. Por cuanto el Tribunal Penal de Puntarenas denegó su extradición acogiendo los argumentos legales presentados por la Fiscalía, y no fue sino hasta que la Procuraduría General de la República apeló esta resolución que el Tribunal de Casación de San Ramón anuló la sentencia del Tribunal Penal y ordenó al mismo tiempo la extradición, dejando a la señora Kater sin posibilidad para apelar esta resolución en su contra. Con esto se viola el derecho a la doble instancia, consagrado en la Convención Americana de Derechos Humanos.

Ante este escenario, en mi condición de representante del Ministerio Público, he cumplido con el deber de objetividad que me impone el artículo 63 del Código Procesal Penal, que me obliga a velar por el cumplimiento efectivo de las garantías que reconocen la Constitución y el Derecho Internacional vigente en el país; a investigar no sólo las circunstancias que permitan comprobar la acusación, sino también las que sirvan para eximir de responsabilidad al imputado; y a formular los requerimientos e instancias conforme a ese criterio, aun en favor del imputado.

Con claridad meridiana se observa que he actuado con estricto apego a la ley y no inspirado en el criterio del “pobrecito”.

Con el mayor de los respetos debo afirmar que:
Si dejara de pedir a los tribunales la aplicación rigurosa del Tratado de Extradición con los Estados Unidos, violaría mis deberes con Costa Rica.

Si dejara de pedir a los tribunales la aplicación rigurosa de la Convención Americana de Derechos Humanos, violaría mis deberes con Costa Rica.

Si ignorara el artículo 63 del Código Procesal Penal, violaría mis deberes con Costa Rica.

Si permitiera la violación de los derechos humanos para economizar gastos al país, como lo pretende don Miguel Valle Guzmán, violaría mis deberes con Costa Rica.

Si dejara de recurrir a favor de Nicole Elsie Kater para no quedarle mal a los Estados Unidos de América, como lo pretende don Miguel Valle Guzmán, violaría mis deberes con Costa Rica.