Miércoles, 04 Marzo 2009 18:00

AMOR NACIDO DESDE EL DOLOR

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Cáncer. ¡Qué palabra tan dolorosamente cercana a todos nosotros! Seguro no hay familia en este país que no haya sufrido en carne propia las consecuencias de esta enfermedad cuyos primeros indicios se remontan a 17 siglos antes de Cristo y cuyo nombre –cáncer, cangrejo- aparece ligado a rencillas entre dioses del Olimpo, en la antigua Grecia.


Todavía sigue fresco en mi memoria el momento, hace ya más de veinte años, en que mi papá me dijo, a unos minutos de que le diagnosticaran cáncer: "vea como es esto, a usted le toca ahora pasar las que en su tiempo yo pasé con mi papá".
Cáncer, dolor, tragedia, muerte.

Pero no siempre tiene que darse esta negativa relación de términos; como todo en la vida, el cáncer, esa terrible enfermedad que tanto nos ha golpeado y tanto nos amenaza, también puede ser fuente de oportunidades. ¡Cuántos enfermos de cáncer han logrado reunir por primera vez a la familia, despertando sentimientos de cariño y de cuidados a su alrededor como no se habían dado antes, sentimientos que quedan allí amalgamando la vida familiar! Y qué decir de la solidaridad que puede nacer y de hecho nace de una experiencia cercana con el cáncer.

Los ejemplos son muchos, al interior de las familias, en vecindarios y comunidades, en hospitales y clínicas, el Programa de Cuidados Paliativos, el grupo FUNDESCO y otras organizaciones de voluntariado. De todo este valioso ramillete de solidaridad, hoy me permito destacar el del "Hogar de Paso" de la Asociación Resurgir, de Alajuela, cuyo lema es "Luz y esperanza para pacientes con cáncer".

RESURGIR nació del dolor y la comprensión de personas que vivieron el cáncer en sus cuerpos, pero cuyas almas no solo superaron la tragedia sino que salieron fortalecidas de ella en el amor y la solidaridad con los demás pacientes de cáncer. Pero además ha focalizado esa solidaridad hacia un sector de la población que sufre de una permanente doble discriminación: la pobreza y el vivir en zonas alejadas de los centros de salud que ofrecen el tratamiento contra el cáncer.

En unas acogedoras instalaciones, en El Llano de Alajuela, este grupo de voluntarios, encabezados por la profesora Flor de María Molina Arias, brinda posada, alimento y vestido, pero sobre todo apoyo emocional a pacientes de cáncer que provienen de lugares lejanos y deben atender citas de tratamiento con radioterapia y quimioterapia en hospitales de San José.

"Quienes hemos vivido estas sesiones de tratamiento sabemos bien lo importante que es tener un lugar donde reponerse de sus efectos inmediatos, un sitio donde descansar, pero sobre todo una voz de aliento y comprensión", dice doña Flor, quien desde que sobrevivió a un cáncer ha dedicado su vida al apoyo de pacientes de esta enfermedad para suplirles las condiciones propicias para superarla. 

RESURGIR, un término de un gran significado, un ejemplo vivo de solidaridad y amor, y una ocasión para dar una mano. Llame al 2440 3342 y ayude a resurgir la esperanza en quienes padecen de cáncer.