Los 57 diputados quedamos con el enorme desafío de demostrar si somos capaces de dejar huella y abandonar las reyertas partidarias, los pleitillos que no tienen mayor impacto sobre la realidad de la gente.
Urge que la Asamblea Legislativa aproveche este segundo tiempo para actuar en grande, pensar en grande y, para ello, se deben dejar los cálculos electorales, con el fin de concentrarse en la gente, esa que, al fin de cuentas, recibe las consecuencias de las omisiones o de las acciones legislativas.
A la gente de a pie, poco le importan las izquierdas y las derechas, poco entiende de los pleitillos legislativos.
Lamentablemente esos pleitillos terminan por abstraer al Congreso de lo verdaderamente importante.
El costarricense está a la espera de un Estado y de una clase política que le responda con urgencia, que logre acuerdos importantes.
Si en la Asamblea Legislativa no se cambia lamentalidad, terminará la gestión con más pena que gloria.
Este país vive hoy momentos importantes y estoy absolutamente convencido de que debemos generar el ambiente necesario para alcanzar consensos en torno a proyectos importantísimos que esperan su tramitación.
Sería ilógico suponer que haya fuerzas dispuestas a torpedear por hacer daño al país, sería como dispararse en el pie.
El problema está en los mecanismos de articulación, en la falta autocrítica, en la falta de la humildad necesaria para tender los puentes que nos permitan alcanzar esos acuerdos, está en la capacidad de trascender a los pleitos que nos han llevado a enfrentamientos entre unos y otros, mientras el país se estanca.
Pero las fracciones y los partidos, deben comprenden que la gente se cansó de la política tradicional, de que la gente ya no quiere una Asamblea de pleititos, de que la gente ya está harta de este tipo de política.
Si en la Asamblea Legislativa no se comprende eso, los efectos sobre la democracia se agravarán.
Le corresponde a los diputados trascender para que el pueblo costarricense esté mejor, existan mayores oportunidades de trabajo, una mejor calidad de vida.
Creemos que habrá la madurez suficiente para encontrar el camino costarricense con el fin de alcanzar esos grandes acuerdos.
Quedan setecientos veintisiete días para hacer diferencia en la Asamblea Legislativa.