No, ¡que va a ser inteligente, si siempre está agarrándose con todo el mundo! Hoy mas que nunca, los científicos se preguntan: ¿en que consiste la verdadera inteligencia? Pues para desarrollar robots inteligentes, primero deben ponerse de acuerdo en qué consiste la inteligencia. Para el diccionario, inteligencia es la habilidad de aprender, entender o resolver situaciones nuevas, el uso de la razón de una manera hábil. La capacidad de aplicar el conocimiento para manipular el ambiente, Por eso, los expertos en inteligencia artificial deben tratar de entender en que consiste la inteligencia humana. Aquí intervienen los psicólogos, epistemólogos, expertos en computadoras, neuropsiquiatras y por supuesto filósofos expertos en ética. El padre de la inteligencia artificial, John McCarthy, de la Universidad de Stanford, dice que la inteligencia es la parte computacional de la habilidad de alcanzar metas en el mundo. Y que varios tipos y niveles de inteligencia existen en las personas, los animales y algunas máquinas. Según Robert Sternberg, profesor de sicología de la Universidad de Yale, los individuos exitosos tienen un buen balance en lo que se llama la tríada de habilidades. Habilidades analíticas: usadas para analizar, comparar y contrastar. Habilidades creativas: utilizadas para crear, inventar, descubrir, imaginar. Y habilidades prácticas: las necesarias para aplicar, utilizar, implementar y activar. Pero además, la capacidad de mejorar la conducta a través del aprendizaje es el sello de los seres inteligentes, y ese ha sido definido como el mayor desafío de la industria robótica. Hasta ahora se nos había enseñado que la inteligencia es un valor humano, o en palabra educadas, es un valor “antropocéntrico”. La inteligencia clásica fue siempre medible, definible, y localizable, y su sitio es la mente de un ser humano. Sin un cerebro humano, no hay mente, Y simplemente, no puede haber inteligencia Pero ahora y en el futuro, tendremos que acostumbrarnos a las palabras, “inteligencia artificial”