Después de la Batalla de Santa Rosa, el 20 de marzo, la ciudad de Rivas se convirtió en el límite sur de la presencia filibustera y del expansionismo norteamericano que buscaba William Walker.
En la ciudad de Rivas el 29 de junio de 1855 Walker había sido derrotado por nicaragüenses, como parte de la guerra interna que se vivía allí, donde se distinguieron los héroes nicaragüenses Emmanuel Mongalo y Felipe Neri, que incendiaron una casona donde se habían instalado los filibusteros.