Jueves, 09 Diciembre 2010 07:42

UNA NAVIDAD ESPECIAL

Escrito por
Este cuento nos lo envía Kevin Antonio Campos Alvarado de 10 años.
Narradora: En vísperas de navidad se celebra con regalos, reuniones de familias, un árbol de Navidad y mucho más.
En cambio, la navidad para la familia González no es muy buena que digamos. Para el árbol piden ramas de ciprés, y los adornarlos son globos que ya se explotaron, y la estrella es una cáscara seca de banano.
Aunque carecen de todo esto, ellos tienen lo más importante, el espíritu navideño.
Papá González: que dicha que para esta navidad tengo un trabajo, así podré comprar pescado pequeño para poder compartir en esta noche buena con mis tres hijos y mi esposa.
Narradora: La familia Álvarez, vecina a la familia González, se enteró de que esa familia tenía muchas necesidades.
Señora Álvarez: deberíamos darle un regalo a nuestros vecinos, porecitos carecen de casi todo, verdad mi amor?
Señor Álvarez: bueno, bueno, está bien.
Narradora: El señor Álvarez se vistió de ladrón y entró a la casa de los González con una pistola de agua que parecía un revolver 38 Grafiting. Asustados la familia González siguieron las instrucciones del ladrón o más bien del señor Álvarez.
Señor Álvarez: Escuchen caminen hasta donde los lleva este perro entrenado, ahí  encontrarán una amiga mía.
Narradora: La amiga no era nada menos que la señora Álvarez disfrazada con un pasamontañas y un vestido como de bodas pero negro.
Cuando llegaron la señora Álvarez les ordenó que cerraran los ojos. Caminaron dos cuadras y media.
Señora Álvarez: abran los ojos.
Narradora: cual seria su sorpresa que vieron una casa de lujo, con dinero y un carro del año.
Señor y señora Álvarez: ¡Feliz Navidad!
Narradora: Después de unos años la familia González seguía agradecida con la familia Álvarez. Todos estaban agradecidos excepto uno, Andrés González el hijo mayor, que se olvido totalmente de la familia Álvarez, él solo pensaba en el dinero, dinero y más  dinero.
Su vicio era tan pero tan grande, que cuando veía alguien en el estado que él antes estaba los trataba mal.
Andrés González: les voy regalar 200 mil colones…. Ja, ja, ja perdón no tengo ja, ja, ja, ja!
Narradora: Un día la mamá obligo a Andrés a ir a la iglesia.
Mamá González: Vas a ir quieras o no a la iglesia, para ver si aprendes algo.
Narradora: En la iglesia se hacia el dormido para decir que estaba aburrido, entonces se encontró poseído y en eso logro ver el señor Dios. Él le susurro en el oído unas palabras que lo hicieron reflexionar y de pronto salió corriendo.
Después de unos meses algunas personas decían que murió, otros que enloqueció y algunos que sigue dando un recorrido por el mundo.
Pero, la verdad fue que Andrés González se volvió misionero de Dios.
AUTOR: Kevin Antonio Campos Alvarado.
Este cuento nos lo envía Kevin Antonio Campos Alvarado de 10 años.
Narradora: En vísperas de navidad se celebra con regalos, reuniones de familias, un árbol de Navidad y mucho más.
En cambio, la navidad para la familia González no es muy buena que digamos. Para el árbol piden ramas de ciprés, y los adornarlos son globos que ya se explotaron, y la estrella es una cáscara seca de banano.
Aunque carecen de todo esto, ellos tienen lo más importante, el espíritu navideño.
Papá González: que dicha que para esta navidad tengo un trabajo, así podré comprar pescado pequeño para poder compartir en esta noche buena con mis tres hijos y mi esposa.
Narradora: La familia Álvarez, vecina a la familia González, se enteró de que esa familia tenía muchas necesidades.
Señora Álvarez: deberíamos darle un regalo a nuestros vecinos, porecitos carecen de casi todo, verdad mi amor?
Señor Álvarez: bueno, bueno, está bien.
Narradora: El señor Álvarez se vistió de ladrón y entró a la casa de los González con una pistola de agua que parecía un revolver 38 Grafiting. Asustados la familia González siguieron las instrucciones del ladrón o más bien del señor Álvarez.
Señor Álvarez: Escuchen caminen hasta donde los lleva este perro entrenado, ahí  encontrarán una amiga mía.
Narradora: La amiga no era nada menos que la señora Álvarez disfrazada con un pasamontañas y un vestido como de bodas pero negro.
Cuando llegaron la señora Álvarez les ordenó que cerraran los ojos. Caminaron dos cuadras y media.
Señora Álvarez: abran los ojos.
Narradora: cual seria su sorpresa que vieron una casa de lujo, con dinero y un carro del año.
Señor y señora Álvarez: ¡Feliz Navidad!
Narradora: Después de unos años la familia González seguía agradecida con la familia Álvarez. Todos estaban agradecidos excepto uno, Andrés González el hijo mayor, que se olvido totalmente de la familia Álvarez, él solo pensaba en el dinero, dinero y más  dinero.
Su vicio era tan pero tan grande, que cuando veía alguien en el estado que él antes estaba los trataba mal.
Andrés González: les voy regalar 200 mil colones…. Ja, ja, ja perdón no tengo ja, ja, ja, ja!
Narradora: Un día la mamá obligo a Andrés a ir a la iglesia.
Mamá González: Vas a ir quieras o no a la iglesia, para ver si aprendes algo.
Narradora: En la iglesia se hacia el dormido para decir que estaba aburrido, entonces se encontró poseído y en eso logro ver el señor Dios. Él le susurro en el oído unas palabras que lo hicieron reflexionar y de pronto salió corriendo.
Después de unos meses algunas personas decían que murió, otros que enloqueció y algunos que sigue dando un recorrido por el mundo.
Pero, la verdad fue que Andrés González se volvió misionero de Dios.
AUTOR: Kevin Antonio Campos Alvarado.
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