Miércoles, 05 Octubre 2011 06:02

SUPERSTICIONES

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¿Ronny, vos sos supersticioso?
Muchos de nosotros seguimos rituales o cargamos amuletos para atraer la buena suerte, pero ¿porqué somos supersticiosos?
Pues porque al parecer tenemos algo de palomas…
Le explicamos. Seguro usted se pregunta
En 1947, el famoso psicólogo conductista B.F. Skinner metió a unas palomas hambrientas en una caja y les dio comida en intervalos inciertos.
Las palomas, notó Skinner, empezaron a pensar que lo que sea que estuvieran haciendo cuando la comida aparecía de alguna manera causaba su llegada, así que lo hacían a menudo.
"Una paloma estaba condicionada a darle vueltas a la jaula en la dirección opuesta a las agujas del reloj y daba dos o tres vueltas entre las raciones", escribió Skinner
"Otra empujaba su cabeza repetidamente contra una de las esquinas superiores de la caja. Otra más sacudía bruscamente la cabeza".
"Se puede decir que el experimento demostró una suerte de superstición. El ave se comporta como si existiera una relación de causalidad entre su conducta y la aparición de la comida, a pesar de que no existe", señaló Skinner.
Lo llamó "reforzamiento adventicio": una asociación accidental entre un resultado y lo que sea que usted esté haciendo en ese momento se establece en su mente como una relación real.
Es como decir que si su equipo ganó y usted andaba una camisa roja, esa camisa le dio suerte a usted y a su equipo.
La tendencia a encontrar conexiones que no existen también se conoce como apofenia, que Wikipedia define como: la experiencia consistente en ver patrones, conexiones o ambos en sucesos aleatorios o datos sin sentido.
Mañana continuaremos con este tema.
¿Ronny, vos sos supersticioso?
Muchos de nosotros seguimos rituales o cargamos amuletos para atraer la buena suerte, pero ¿porqué somos supersticiosos?
Pues porque al parecer tenemos algo de palomas…
Le explicamos. Seguro usted se pregunta
En 1947, el famoso psicólogo conductista B.F. Skinner metió a unas palomas hambrientas en una caja y les dio comida en intervalos inciertos.
Las palomas, notó Skinner, empezaron a pensar que lo que sea que estuvieran haciendo cuando la comida aparecía de alguna manera causaba su llegada, así que lo hacían a menudo.
"Una paloma estaba condicionada a darle vueltas a la jaula en la dirección opuesta a las agujas del reloj y daba dos o tres vueltas entre las raciones", escribió Skinner
"Otra empujaba su cabeza repetidamente contra una de las esquinas superiores de la caja. Otra más sacudía bruscamente la cabeza".
"Se puede decir que el experimento demostró una suerte de superstición. El ave se comporta como si existiera una relación de causalidad entre su conducta y la aparición de la comida, a pesar de que no existe", señaló Skinner.
Lo llamó "reforzamiento adventicio": una asociación accidental entre un resultado y lo que sea que usted esté haciendo en ese momento se establece en su mente como una relación real.
Es como decir que si su equipo ganó y usted andaba una camisa roja, esa camisa le dio suerte a usted y a su equipo.
La tendencia a encontrar conexiones que no existen también se conoce como apofenia, que Wikipedia define como: la experiencia consistente en ver patrones, conexiones o ambos en sucesos aleatorios o datos sin sentido.
Mañana continuaremos con este tema.
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