Eso sí, también aclaramos que ser pobre no es sinónimo de delincuente. Eso es necesario dejarlo bien claro y subrayado.
Para Manuel Barahona Montero, quien es sociólogo y Catedrático de la Universidad Nacional, sin duda alguna se puede crear un vínculo entre las personas que viven en la pobreza y exclusión social con el ser seducidas a integrarse a estos grupos específicamente de narcotráfico, ya que así pueden obtener una ganancia económica.
Manuel Barahona considera que se deben tomar acciones, aunque estas sean a largo plazo, como generar empleo en estos sectores y brindarles a estos ciudadanos el servicio de salud, para que estos se sientan bien, y mantengan una buena autoestima.
INSERCIÓN: “El segundo ingrediente que es de largo plazo tiene que ver con condiciones de educación, verdad, la generación de oportunidades para la población es fundamental y eso pues implica en todos los segmentos, pero particularmente hay dos, abajo en lo que es la educación preescolar que hay que generalizarla e igualmente buscar la universalización de la educación secundaria y ahí este en particular, porque este segmento de la población adolescente, estos jóvenes que no estudian y no trabajan es de nuevo otro segmento muy vulnerable y que puede verse tentado en estas actividades”.
Como explica Manuel Barahona, es necesario que nuestro Estado y sus políticas sociales lleguen a los lugares donde realmente se necesitan; donde hay escases de empleo, donde no hay Ebais, donde hay escuelas en mal estado, donde la gente necesita un buen empujón para salir adelante.
Es una lástima que para este tema, no hayamos contado con la posición del Ministerio de Bienestar y Familia, pero nos indicaron que nadie podía atendernos.
Aun sí, esperamos que esta administración comprenda la importancia de atender en forma integral las comunidades más desfavorecidas de nuestro territorio, y así impedir que sean los grupos de delincuentes los lleguen con soluciones a esos lugares.