ORIETTA: Muchas familias pobres de Europa reservaban un cerdo para poderlo vender en caso de necesidad, y por eso tener este animal era símbolo de garantía para el futuro.
Nelson: En España, la matanza del cerdo permitía conservar durante todo el año una fuente importante de proteínas de origen animal. Por todo ello, las primeras alcancías tenían forma de cerdito, símbolo de ahorro y de reserva para el futuro.

ORIETTA: Por otro lado, también se piensa que el cerdo puede estar asociado a un juego de palabras en inglés, idioma en el que cerdo se escribe pig, y arcilla, material con el que se fabricaban las vasijas en las que las familias guardaban su dinero, se escribe pygg, con i griega y doble ge, por lo que la forma de las alcancías podría ser consecuencia de la similitud de ambas palabras.

Nelson: Orietta esta que es una simpática nota.
ORIETTA: Si, es una ternura de noticia. Bueno también les cuento que científicos italianos de las universidades de Turin y Parma, han descubierto que, con sólo 18 semanas de gestación, los bebés gemelos ya quieren socializarse dentro del vientre materno.
Nelson: A esta interesante conclusión han llegado tras estudiar los movimientos de cinco parejas de fetos gemelos con ultrasonografía, una técnica dinámica tridimensional.
ORIETTA: En las primeras grabaciones de 20 minutos de duración, tomadas a las 14 semanas de embarazo, los expertos observaron que los bebés se tocaban un poco entre sí, pero también se tocaban a sí mismos, los ojos y la boca principalmente, además de acariciar la pared uterina.
Nelson: Cuatro semanas más tarde, el 30 por ciento de los movimientos iban dirigidos a su hermano, muchos en forma de lo que podría interpretarse como caricias en la cabeza, y se prolongaban durante más tiempo.
ORIETTA: Tal y como si supieran que tendrán un vínculo especial que durará toda su vida.
Nelson: Fuente: Muy Interesante. Es