Lisímaco Chavarría nació en San Ramón de Alajuela el 10 de mayo de 1878, en un modesto hogar, cerca del cementerio de la ciudad.
En un ambiente hostil a las manifestaciones literarias en su juventud se dedicó a la pintura y a la escultura como medio para ganarse la vida. También fue relojero, y además maestro en una escuela de Tabarcia de Mora y en Santa Rosa de Nicoya. Laboró en sus últimos diez años en la Biblioteca Nacional.
En medio de sus labores no dejaba de escribir poesía. En 1909 obtuvo el galardón La Flor Natural en los juegos florales de Costa Rica y dos Menciones Honoríficas. Este premio nacional, marca la consagración de Lisímaco como poeta de una época y lo lanza internacionalmente, mediante el reconocimiento de figuras tan prestigiosas como Rubén Darío, Magallanes Moure, Manuel Ugarte, Ismael Urdameta, José Enrique Rodó, quienes se convirtieron en sus amigos epistolares.

Un dato curioso es que, debido a su timidez, primeros escritos de Lisímaco Chavarría, fueron firmados bajo el nombre de Rosa Corrales de Chavarría, su primera esposa.

Como explicamos ayer, este poeta nacional, falleció un 27 de agosto de 1913, en su natal San Ramón.