Se trata del joven Jairo Mora Sandoval, quien fuera asesinado vilmente trabajando en lo que más amaba, la protección de las tortugas carey.
Sus amigos describen a Jairo como alegre, positivo y muy perseverante, entregado de lleno a su causa, sin pretender hacerle daño a nadie.
Un fatídico desenlace acabó con la vida de quien era conocido como: “el biólogo de Gandoca”. Una persona que soñaba no solo con salvaguardar la vida de las tortugas, sino la de proteger la flora y la fauna de su pueblo caribeño.
Jairo vivió su niñez en una finca en la zona de Gandoca Manzanillo, Limón. Proveniente de una familia humilde, pero muy trabajadora; fue su tío Gerardo Matute, quien lo inició en el mundo de la conservación de las tortugas:
“Cuando él estaba en la escuela, a veces el me decía: tío este yo quiero ir a conocer las tortugas, o quiero ir a la playa. Entonces yo le decía, cuando este bueno el tiempo, yo lo voy a llevar, o cuando hayan tortugas bastantes. Entonces yo lo llevaba, a él le gustaba ir conmigo a la playa y ver las tortugas; y pienso que ahí fue empezando a crear esa pasión por las tortugas”.
Esta pasión obligó a Jairo a dejar las aulas de su colegio y seguir su sueño de proteger a las tortugas. Sin embargo, el continuó estudiando a través del programa de educación a distancia; donde logró concluir su bachillerato.
En su adolescencia, siempre se caracterizó por ser una persona tranquila, y muy querida por su familia y amigos. Le gustaba pasar el tiempo con su abuela Elena, la cual sin duda alguna fue uno de los pilares más importante para este joven ambientalista.
Su amor incondicional por las tortugas lo llevó a trabajar en varias playas de Costa Rica, y fuera de nuestras fronteras lo hizo para distintas organizaciones ambientalistas. En el momento de su deceso, Jairo se encontraba colaborando en un proyecto de Widecast; sobre la conservación de la tortuga carey en Mohín.
El 31 de mayo el cielo se vistió de gala para recibir, al gran “biólogo de Gandoca”, un héroe que despertó en nosotros el firme deseo de proteger la flora y fauna de todos aquellos que lucran con el deseo banal de satisfacerse a ellos mismos.
Hoy Panorama, y nosotros particularmente reconocemos en Jairo al héroe que aún habita en el corazón de muchos de los ticos.
Jairo no ha muerto, vive en cada uno de nosotros.
Colaboración del periodista David Obando Mena
En nuestra sección de Héroes entre Nosotros que queremos destacar a un personaje que de manera violenta nos dejó físicamente apenas cuando comenzaba a vivir. Esto hace muy poco, pero que sigue muy presente en el corazón de todo Costa Rica.