Acostumbrados al Facebook, al correo electrónico y a consultar prácticamente todo en internet, la relación entre el ser humano moderno y la red de redes parece más bien una dependencia.
Pero no todo el mundo es así, en el planeta existen territorios donde no es posible “conectarse”, la principal razón es la censura.
Corea del Norte y Siria aparecen en el top de la lista de países que prohíben a sus ciudadanos navegar libremente por razones políticas.
La otra razón para vivir fuera de internet, es la falta de recursos económicos.
Las poblaciones más pobres son, también las menos conectadas, de hecho sólo el 31 por ciento de las personas de los países en desarrollo utilizan internet, en comparación con el 77 por ciento de los países desarrollados.
Pero existe una tercera razón por la cual hay lugares donde no existe el internet: la infraestructura.
Existen territorios donde simplemente no se ha logrado la forma de hacer llegar la señal de internet. Sobre esto existen esfuerzos de diferentes compañías para conseguirlo.
Pero, tal vez la razón que tome más fuerza para estar desconectado será dentro de poco: la propia decisión de los usuarios.
Se cree que, cada día, será más común la aparición de lugares “libres de internet”, tal y como existen espacios “libres de humo de cigarro”, esto con el fin de mejorar y propiciar la interacción entre personas físicas, lo cual tristemente se está perdiendo ante la costumbre, por decirlo de alguna manera, de pasar revisando constantemente todo lo que sucede en la red por medio de conexiones móviles.
¿Llegaremos al punto de obligarnos a dejar de usar la internet para poder conversar con la persona que tenemos al frente?
Una pregunta que a estas alturas cuya respuesta parece que es: SÍ