Este cuento nos lo escribe Gregory Chaves Chaverri, desde Tacares de Grecia, a poner atención y escuchar este hermoso cuento que lleva como nombre:
:
El pueblito de los niños.
Narrador: Todas las estaciones y meses eran tan importantes en el pueblito de los niños.
Narrador: Enero, con sus verdes y frondosos motivos, Febrero con el amor en el aire, cartas con corazones, hojas en el ambiente y así sucesivamente todos los meses era tan importantes, siempre había un motivo para celebrar en el pueblito de los niños.
Narrador: Sin embargo, al llegar Diciembre, había una magia especial en el ambiente y todos los niños, incluso antes del primer día de diciembre, se adelantaban a sacar todas las cositas que encontraban para adornar mágicamente las casitas, era como ponerles el traje nuevo, para que estrenaran atuendo.
Narrador: La gran tapa se abría y comenzaban a emerger signos de alegría:
Narrador: Una corona de puerta.
Narrador: Unos renos pequeñitos pintados a mano.
Narrador: Lucecitas de colores,
Narrador: El niñito Dios…
Narrador: Ahhh el pasito.
-Niñito1: Déjenme a mi el niñito, yo quiero colocarlo.
Narrador: Dijo una vocesita que llegaba en ese momento.
Narrador: De pronto salió del cajoncito una bota roja, la que se dejó en la
puerta del cuarto de los niños, para que el espíritu de las cosas buenas la llenara de confites y melcochas…
-Niño1:- ¿Y si me duele la pancita…?
Narrador: Preguntaba un niño.
- Niña1: Después te preocupás de eso,
Narrador: le respondía una niña que tenía las manos llenas de paleta.
-Niña1: Es Navidad…
Narrador: A kilómetros de distancia se escuchaban las sonrisas del pueblito de los niños, un pueblito que a lo lejos, más bien parecía un queque cubierto de caramelo, maní, chocolate, almendras y nueces. Y las montañas que le rodeaban asemejaban helados con barquillos de chocolate.
Narrador: Las mismas ardillitas en los árboles se ponían felices y también adornaban sus casitas y los pajarillos le cambiaban de color a los niditos.
Narrador: La algarabía no cabía mientras se sucedían los días, y conforme se acercaba el 24 de diciembre, la alegría era mayor, el viento zumbaba entre los arbolitos de navidad, las bombitas de colores danzaban al mismo ritmo del atardecer…
-
- Ardilla: Llega el 24…
Narrador: Susurraba la pequeña ardilla de las bellotas en los árboles de pino
-
- Niños: Llega el 24.
Narrador: contestaban los niños arrullados por la mano de la esperanza…
Narrador: Ya hoy es noche buena, que felicidad retumbaban los ecos de aquellas voces eternas y únicas … Ya es navidad…
Narrador: Que viva el niñito, Viva gritaban todos al unísono…
Narrador: El espíritu de la navidad había invadido completamente el pueblito de los niños, invadió tanto aquella fiesta.
Narrador: Feliz Navidad a Todos…
Gracias Gregory Chaves Chaverri, por este cuento, ya está participando en nuestro concurso de Jaleas Ujarrás
Este cuento nos lo escribe Gregory Chaves Chaverri, desde Tacares de Grecia, a poner atención y escuchar este hermoso cuento que lleva como nombre:
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El pueblito de los niños.
Narrador: Todas las estaciones y meses eran tan importantes en el pueblito de los niños.
Narrador: Enero, con sus verdes y frondosos motivos, Febrero con el amor en el aire, cartas con corazones, hojas en el ambiente y así sucesivamente todos los meses era tan importantes, siempre había un motivo para celebrar en el pueblito de los niños.
Narrador: Sin embargo, al llegar Diciembre, había una magia especial en el ambiente y todos los niños, incluso antes del primer día de diciembre, se adelantaban a sacar todas las cositas que encontraban para adornar mágicamente las casitas, era como ponerles el traje nuevo, para que estrenaran atuendo.
Narrador: La gran tapa se abría y comenzaban a emerger signos de alegría:
Narrador: Una corona de puerta.
Narrador: Unos renos pequeñitos pintados a mano.
Narrador: Lucecitas de colores,
Narrador: El niñito Dios…
Narrador: Ahhh el pasito.
-Niñito1: Déjenme a mi el niñito, yo quiero colocarlo.
Narrador: Dijo una vocesita que llegaba en ese momento.
Narrador: De pronto salió del cajoncito una bota roja, la que se dejó en la
puerta del cuarto de los niños, para que el espíritu de las cosas buenas la llenara de confites y melcochas…
-Niño1:- ¿Y si me duele la pancita…?
Narrador: Preguntaba un niño.
- Niña1: Después te preocupás de eso,
Narrador: le respondía una niña que tenía las manos llenas de paleta.
-Niña1: Es Navidad…
Narrador: A kilómetros de distancia se escuchaban las sonrisas del pueblito de los niños, un pueblito que a lo lejos, más bien parecía un queque cubierto de caramelo, maní, chocolate, almendras y nueces. Y las montañas que le rodeaban asemejaban helados con barquillos de chocolate.
Narrador: Las mismas ardillitas en los árboles se ponían felices y también adornaban sus casitas y los pajarillos le cambiaban de color a los niditos.
Narrador: La algarabía no cabía mientras se sucedían los días, y conforme se acercaba el 24 de diciembre, la alegría era mayor, el viento zumbaba entre los arbolitos de navidad, las bombitas de colores danzaban al mismo ritmo del atardecer…
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- Ardilla: Llega el 24…
Narrador: Susurraba la pequeña ardilla de las bellotas en los árboles de pino
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- Niños: Llega el 24.
Narrador: contestaban los niños arrullados por la mano de la esperanza…
Narrador: Ya hoy es noche buena, que felicidad retumbaban los ecos de aquellas voces eternas y únicas … Ya es navidad…
Narrador: Que viva el niñito, Viva gritaban todos al unísono…
Narrador: El espíritu de la navidad había invadido completamente el pueblito de los niños, invadió tanto aquella fiesta.
Narrador: Feliz Navidad a Todos…
Gracias Gregory Chaves Chaverri, por este cuento, ya está participando en nuestro concurso de Jaleas Ujarrás