Mucho se ha escrito hasta el día de hoy sobre el tema.
Es interesante observar en los últimos años como la sociedad costarricense se ha organizado y ha tomado iniciativas de llevar acabo concentraciones populares, algunas de las cuales han culminado en plebiscitos, esto denota de alguna manera el interés de las masas sociales de acuerparse para formar una fuerza unidad bajo un mismo pensamiento, que le permita tomar decisiones sobre temas específicos, y que muchos de estos temas no han sido tratados con un pensamiento de interés común por la clase política de turno.
Por otra parte, como si fuera pocoque,cada día, se puede notar que los comportamientos de apatía respecto al tema político va cobrando fuerza;es preocupante ver como el país sufre divisiones, en donde se podría mencionar al menos tres partes: la clase política, un sector de la sociedad que opta por organizar sus fuerzas vivas (cuestión que no es generalizada) para enfrentar las malas administraciones de la clase política y por último un sector de la sociedad que opta por la negación en la participación ciudadana.
Por otro lado preocupa las dimensiones que han alcanzado problemáticas como por ejemplo: la delincuencia, el narcotráfico, la corrupción política, la ineficiencia institucional, el desempleo, problemas financieros en los sistemas de pensiones, el costo de la canasta básica, la inseguridad ciudadana, la venta de órganos, entre otros. Y como si fuera poco aunado a toda la problemática anterior se vislumbra un futuro incierto dada la ausencia de un líder que revierta el pensamiento de una sociedad que tiene una tendencia a abstener a votar; es complejo pensar que un país tan pequeño resuma tanto fraccionamiento de pensamiento social – político - económico, y soporte tantas problemáticas sociales y que no posea un líder como posible solución a lo que se está viviendo. Es decir pareciera ser que la solución pensando de manera primitiva es acostumbrase y convivir con todas esas dolenciasy hasta extinguirse.
Podría pensarse que es contradictorio que en nuestro país el sistema electoral establece el financiamiento de las campañas políticas de los partidos, como uno de los pilares que busca darle permanencia de la participación ciudadana en la cuestión política, pero al final todo, este esfuerzo financiero no retribuye lo esperado, ni una participación cuidada, ni tampoco la escogencia de buenos actores políticos que en los peores de los casos es escogido por pequeño sector de la sociedad votante.
Jose Amílcar Angulo Alguera
Es imposible postergar en “un país democrático” el tema del abstencionismo electoral; a pesar de ser discutido una y otra vez, es eminente el decreciente interés de los diferentes sectores de la población sobre el tema político, el descontento con las claseso figuras de la clase política.