Reelecto por mérito propio en 1853, mejoró la carretera de Cartago a Puntarenas y aceleró el avance económico. Se aprobó un Código de Comercio y leyes sobre el comercio. Nicaragua pretendió cobrar a Costa Rica por el territorio del antiguo Partido de Nicoya, el Presidente Mora afirmó la soberanía en Guanacaste que, en gratitud, pasó a llamarse Moracia.
Amplía el historiador Armando Vargas Araya, miembro de la Academia Morista Costarricense.
INSERCIÓN: Costa Rica gozaba de paz y progreso, mientras Nicaragua sufría una guerra civil. Un partido nicaragüense contrató en Estados Unidos una fuerza militar paraestatal y todo Centroamérica se alarmó.
La doctrina del “destino manifiesto” afirmaba que, por designio divino, Estados Unidos estaba llamado a extender sus dominios hasta la Patagonia. México acaba de perder la mitad de su territorio en una guerra con Estados Unidos.
El gobierno comprendió que los filibusteros impondrían la esclavitud y ocuparían nuestro país. Por eso se organizó el mejor ejército de Centroamérica, con instructores militares y armas de último modelo traídos de Europa.
En noviembre de 1855, el Presidente Mora anunció a los costarricenses que la paz y el progreso estaban bajo amenaza. Esa proclama fue poetizada años después por Billo Zeledón y es la letra del Himno Nacional que cantamos hoy.
Los jefes del ejército del expansionismo esclavista procedente de Estados Unidos se equivocaban. Porque en Costa Rica se toparían con un líder capaz de conducir la defensa nacional con el apoyo de un pueblo dispuesto a dar su vida por la soberanía.