Si los padres actúan con la debida objetividad cuando se plantea una situación de divorcio, que lamentablemente es uno de los conflictos emocionales más críticos que puede experimentar un niño, se pueden evitar muchos traumas para ellos.
Escuchemos lo que nos dice María Ester Flores.
INSERCIÓN: Cuando la pareja ya lo ha decidido y no hay retroceso lo primero que deben hacer es preparse para darles la noticia. Hacer una reunión familiar, es preferible que en ese momento estén el papá y la mamá por si los niños quieren preguntar algo. Aquí no caben la cobardías ni hablar un cónyuge mal del otro. Ya que de por sí les va a doler y ese momento es un fuerte impacto.Luego se les debe informar claramente cuáles serán los pasos a seguir, qué cambios físicos se van a dar. Quién se va, quien se queda. Si los fines de semana serán diferentes para ellos, lo cual es muy frecuente.
Aunque la ley les da potestad a los padres para obligar a los niños a desplazarse y organizarles los fines de semana, a nivel emocional y psicológico, lo ideal es siempre preguntarles lo que realmente desean. Así evitarán que acumulen miedos y no sepan luego cómo expresarlos.
María Ester Flores indicó que durante los primeros meses de separada la pareja, si los niños quieren hablar con el padre o madre que se fue, es recomendable que lo hagan con libertad, ya sea para llamarlos o para verlos. Es importante que los pequeños siempre cuenten con la oportunidad de expresar lo que sienten por sus progenitores sin juzgar ni reprochar. Ya que el proceso de divorcio para los niños es muy diferente que para los adultos.
Nuestra especialista señaló que ayuda mucho recordarle a los hijos que siempre se les va a amar, igual cuando la pareja estaba junta y que en adelante tendrán dos casas donde compartir de familia divida pero que con amor los cuidaran y protegerán desde donde estén.