Ayer hablamos de la controversia que se ha levantado en torno a la inspección técnica de vehículos. Durante la semana pasada, algunos medios de prensa insistieron en que la protesta contra Riteve es solo un pretexto, y que en realidad los dirigentes sindicales y sociales tienen otros fines, como el de echarse un pulso con el presidente Abel Pacheco. El analista Rafael Gallardo es de esa opinión: “No encuentro ninguna otra explicación a lo que yo calificaría como inflexibilidad de los grupos que están en esa protesta, en el sentido de exigir hablar con don Abel directamente y además exigir el rompimiento de un contrato legalmente instituido y refrendado por la contraloría general de la república.” Sobre este tema, la semana pasada tratamos de hablar con Albino Vargas, secretario general de la Asociación Nacional de Empleados Públicos, ANEP, pero se encontraba enfermo. Según un sondeo de opinión realizado en el marco del convenio Cid-GALLUP Canara, un treinta y uno por ciento de los participantes se manifestó muy de acuerdo con que sea una sola empresa la que realice esta revisión. Mientras que quienes están muy en desacuerdo con que la revisión sea hecha por una sola empresa, llegan al cuarenta y cuatro por ciento. El mismo sondeo nos reveló que la mayoría de los participantes no han hecho una revisión a fondo de su vehículo en los últimos meses. Lo que da pie al argumento de RITEVE, de que esas personas en realidad se oponen a cualquier tipo de revisión, pues saben que su carro no la superará. Pero los anti-revisión responden, que también es falso el argumento de que la revisión técnica logrará disminuir de manera importante el numero de accidentes automovilísticos. En nuestro país, afirman, la principal causa de accidentes no es mecánica, sino humana. Son los conductores ebrios, los falsos adelantamientos, y el exceso de velocidad lo que aparece como principal causa de muerte en las carreteras. Por su parte, el partido acción ciudadana PAC, ya se pronunció en un largo documento, que en una de sus partes afirma: “No se puede pretender la aplicación de estándares propios del primer mundo, a una flotilla vehicular devaluada de entrada, pues la realidad es que Costa Rica es el basurero rentable para los vehículos desechados en estados unidos. En el ambiente político se espera que, durante esta semana, se sigan definiendo posiciones en torno al sonado tema de la inspección vehicular, y su adjudicación al consorcio español Riteve.