"miré y no había nadie, solo ese juez y yo. Empece a temblar cuando me dijo..."
Te condeno por no observar la grandeza de la aurora, cada mañana que cerraste tu ventana y te quedaste lamentándote.
Te condeno por usar tus manos para golpear a tu hermano, que tomó lo que creías tuyo.
Te condeno porque con tus manos pudiste acariciar a u anciano y tomaste el hacha que derribó la naturaleza.
Te condeno por creerte el rey del mundo y llenarte de vanidades, solo para poner a otros como esclavos de tus deseos.
Te condeno por juntar dinero y atesorar riquezas, negándote a quien te pedía pan y agua.
Te condeno por asesinar solo por poder por destruir tu lecho verde, por fusilar a quienes no pensaban como tu, por envenenar tu aire y porque siendo libre, acabaste siendo un esclavo de tus pasiones.
Te condeno por el tiempo que amalgamaste y que jamas volverá. En ese tiempo un niño murió de hambre y un viejo de soledad.
Te condeno por todo lo que debiste hacer y no hiciste,
Te condeno por todo lo que debías hacer y no hiciste.
Te sentencio a que mueras en ti y vivas por los demás.
Te sentencio a que enmiendes tus errores y los daños que causaste
Así, algún día podrás volver a llamarte, y que te llamen, humano,.
"y todo quedó en silencio.
Nunca conciso a juez mas justo y severo que mi propia conciencia...
... hoy cumplo mi condena sonriendo... porque no era tarde para empezar a buscar la verdadera felicidad
Tomado del libro "migajas de amor", del educador Ronald madrigal.