Hace unas semanas, un empresario nos llamó para contarnos cómo su empresa utilizaba la publicidad radial.
Esta es su historia
Su empresa empezó, en enero del año pasado, a promocionar un producto exclusivo, puso anuncios en radio, prensa y televisión.
Lo que el anuncio trataba de conseguir era que la persona llamara a un determinado teléfono.
A las personas que llamaron solicitando información, se les preguntaba a su vez, ¿dónde escuchó usted nuestro anuncio?
Seiscientas treinta y cuatro personas dijeron haber visto el anuncio en televisión
Doscientas catorce lo escucharon en la radio
Y ciento once en otros medios
Pasado algún tiempo, esta empresa empezó a su vez a llamar a esas personas, para saber si al final habían comprado su producto.
Y esto es lo que resultó:
De los más de seiscientos que habían visto el anuncio en televisión, treinta y una personas compraron el producto.
En cambio, de los doscientos y pico que escucharon el anuncio en la radio, cincuenta y uno se convirtieron en clientes.
Para el empresario de nuestra historia, la interpretación es la siguiente:
el anuncio en televisión me dio una tasa de conversión del cinco por ciento, mientras que el anuncio en radio, me dio una tasa del veinticuatro por ciento.
Para él, la clave de la fuerza de la publicidad en radio consistió en la frecuencia con que su anuncio se escuchó, y la permanencia de su pauta en radio, que funcionó como un continuo recordatorio de las ventajas de su producto.
Si la interpretación del empresario de nuestra historia es correcta o no, no podremos decirlo
Pero algo sí es cierto,
La publicidad en radio, sí se siente.
Fuente: un anunciante que desea permanecer en el anonimato.