Las anomalías detectadas en el financiamiento de las campañas de los candidatos presidenciales Abel Pacheco y Rolando Araya, pone en la palestra la necesidad de realizar reformas electorales inmediatas. Según miembros de la organizacion anti-corrupción "Transparencia Internacional", este tipo de situaciones no deben pasar desapercibidas. A lo largo de dos semanas hemos visto como todos los involucrados en el financiamiento irregular, se han pasado la bola, sin señalar a ciencia cierta, quién es el verdadero responsable. Recordemos que toda esta polémica se debe a que las dos candidaturas mayoritarias en la elección de este año, recibieron millones en financiamiento, que no fueron reportados al Tribunal Supremo de Elecciones. En algunos de los casos denunciados, los donantes de este dinero eran extranjeros, lo que también es ilegal. Don Abel Pacheco ha denunciado que todo es un complot montado por quienes intentan bloquear su campaña anti - corrupción en el sector público. ¿De quién o quiénes? Eso; todavía no lo sabemos. Lo que sí, es que la confianza de los ticos sigue muy fiel a don Abel. Según un estudio de la empresa Demoscopía para el periódico Al Día, más e cuarenta por ciento de los encuestados cree en la versión de don Abel. Reforzando el criterio de que el Fenómeno Abelista es uno de los más fuertes de los últimos veinte años. Diferente es el caso de Liberación Nacional, al que, ya bastante golpeado por sus conflictos internos, ahora se añade un escándalo externo. Ahora, el Proyecto para reformar las leyes electorales, que se había archivado en la Asamblea Legislativa, vuelve a cobrar fuerza. El diputado José Miguel Corrales ha dicho que presentará un proyecto que elimine del todo los aportes privados a las campañas. En todos los partidos políticos existen firmes intenciones para que se regulen las donaciones, y que se pueda conocer claramente quien financia quien.