El primer día del año, los colegas de radio CNN dieron a conocer una noticia que asombró a muchas personas,... y a otras las hizo reír
La noche del año viejo, mientras toda Australia celebraba el cambio del calendario, un perro, asustado por las bombetas y cohetes que estallaban por todos lados, se soltó de las manos de su amo y salió corriendo.
Al día siguiente, sus dueños pusieron en varias emisoras un anuncio que decía así:
(voz oficial) La policía de Sydney recompensará a quien le ayude a recuperar un perro que se extravió anoche con el estruendo de los fuegos artificiales. El animal es de raza labrador dorado, responde al nombre de Jed, y es muy valioso pues es un perro entrenado en explosivos.
¡En explosivos?
Pues sí. Lo que ocurre es que el pobre de Jed está entrenado en detectar explosivos con el olfato, no a aguantar las explosiones de cohetes, bombetas y cachiflines, que lo ponen muy nervioso.
parece que no le han explicado de que se trata su trabajo.
Mejor dejemos de hablar mal del pobre perro, que bastante mal debe haber pasado la noche de año nuevo.
Pero la historia tuvo un final feliz:
Ocho días más tarde, Su cuidador, recibió una llamada que lo alegró.
Después de andar vagando una semana, Jed se acercó a una estación de gasolina, hambriento, flaco y cojeando,
El dueño inmediatamente lo reconoció por la publicidad que se había hecho de la historia del pero policía perdido y dio el aviso
Así que dos días después, ya repuesto de sus andanzas, bañado, bien comido y dormido, Jed pudo presentarse de nuevo a su trabajo en la estación de policía de Sydney, para seguir buscando bombas.
Eso sí, no le hablen de bombetas, cachiflines, ni cohetes, porque su contrato es de buscar bombas, no de escucharlas cuando explotan
Mirá, le fue bien que no perdió el trabajo, aquí lo hubieran despedido a los dos días de ausencia.
Bueno, pero seguro se los descuentan del concentrado que le dan
O tal vez se los toman como vacaciones adelantadas.
Mejor sigamos trabajando