Ante las irregularidades cometidas en el manejo de fondos públicos, cada día se habla más de la necesidad de mayores y más eficientes mecanismos de control. Ningún costarricense ignora las denuncias sobre excesos cometidos por jerarcas de instituciones del estado, cuyos costos los pagamos a la larga, todos nosotros. Por eso, los analistas políticos coinciden en que se necesita una mayor participación de la ciudadanía en los acontecimientos de interés nacional. Los extintos cabildos fueron, en su momento, una forma útil de que, en cada comunidad, los ciudadanos expresaran sus posiciones sobre los hechos que les interesaban. Para el diputado Luis Gerardo Villanueva, del Partido Liberación Nacional, la situación actual es una emergencia nacional. A raíz de esto, se ha integrado una comisión conformada por los socialcristianos Gerardo González y Lilliana Salas, los verdiblancos Ricardo Benavides y Villanueva, Federico Malavassi del Partido Libertario y Humberto Arce del PAC. En este momento la comisión estudia más de veinte proyectos, que giran alrededor de la búsqueda de un mayor control sobre las instituciones del Estado. Según el diputado Humberto Arce, con el actual reglamento no se puede trabajar, por lo que el estudio de las propuestas se está tomando muy seriamente. La integración de esta comisión es un paso más hacia lo que se viene llamando la Rendición de Cuentas, Sin embargo, también hace falta medios de control para que los legisladores estén a su vez vigilados, sea esto por parte de instancias ya existentes, o de otras que se podrían crear para estos fines. Según el politólogo Roberto Gallardo: “Hay que fortalecer la rendición de cuentas, hay que fortalecer los mecanismos de representación, de control político no solo de los diputados al poder ejecutivo sino de la ciudadanía a los diputados”. Aunque las nuevas tendencias políticas coinciden en la necesidad de que el acto de gobernar se efectúe de cara a los administrados, con creciente transparencia y más participación ciudadana en el control de los administradores La verdad es que la velocidad con que esas tendencias se hagan realidad en nuestra patria depende más que nada, del interés que los ciudadanos, que somos los verdaderamente interesados, le pongamos.