Mirá! Que lindo el rastro de condensación que deja ese jet. Ah! Te referís al chorro de vapor blanco que deja, ese que parece una estela de espuma en el mar. A ese mismo, pero el asunto no es solo lo bonito que se ve, sino sus efectos en la temperatura global. Los ecologistas siempre pensaron que los aviones a reacción, que queman toneladas de combustible y oxígeno en cada viaje, tenían un efecto importante sobre el calentamiento global. Y lo tienen... pero tal vez no como habían pensado En los tres días posteriores al atentado contra las torres gemelas de nueva York, el pasado 11 de septiembre, se detuvo prácticamente todo el tráfico aéreo del mundo Lo que, para científicos climáticos de la Universidad de Wisconsin, fue una oportunidad excelente para conocer el comportamiento de la atmósfera en tres días de completa calma en el cielo. Estos climatólogos examinaron los datos de cuatro mil estaciones recolectoras a través de la porción continental de los Estados Unidos. Poniendo especial atención a las mediciones de temperatura mínima y máximas durante los días once al catorce de septiembre, de los últimos treinta años. Según estos investigadores, la temperatura media en los Estados Unidos, durante los tres días posteriores al atentado contra las torres gemelas, fue de 1,1 grados centígrados mas alta que el promedio histórico. Para ellos, la razón de este aumento de temperatura se encontraría en que, los rastros de condensación de los aviones a reacción son en realidad nubes de cristales de hielo, que se convierten en nubes llamadas cirros. Esos cirros formados del rastro de condensación de los aviones puede llegar a permanecer varias horas, si el día está húmedo a esas alturas. Queda por ver si la interpretación dada a esta diferencia de temperatura es la correcta. Y si es verdad que, esta baja en la temperatura de los Estados Unidos, se debe realmente, a esas estelas de vapor que dejan los aviones a reacción, Que a los románticos, se nos asemejan a la estela de los barcos en el mar.