El cultivo de madera como un negocio ha empezado a tomar fuerza en Costa Rica, logrando atraer una importante inversión nacional y extranjera.
Los árboles se cultivan ahora igual que las plantas de alto rendimiento, como el café, el melón, la caña de azúcar o el banano; se siembran en sitios seleccionados, utilizando las mejores técnicas de preparación y manejo del suelo.
Se siembran solo individuos provenientes de árboles superiores, elegidos por su mayor tasa de crecimiento, tronco recto y sano, libre de nudos y otros defectos.
Esos árboles seleccionados son propagados vegetativamente, o clonados, con nuevas tecnologías de producción de plantas en invernadero.
Nuestra posibilidad de competencia con los grandes productores de madera, como Brasil o Chile, es únicamente a través de la mayor productividad y calidad de la madera.
Nuestros fértiles suelos y clima benigno propician un rápido crecimiento de la madera.
Mientras que en Chile se tardan de 20 a 25 años en cosechar una plantación de pino, en Costa Rica nuestras especies se pueden cosechar entre los 10 y 18 años.
El Instituto Tecnológico y la Fundación para el Desarrollo de la Cordillera Volcánica Central (FUNDECOR), desarrollan desde hace tres años, un programa de mejoramiento genético forestal,
Trabajan con las especies exóticas teca y melina, y con las especies nativas pilón, cebo, botarrama, almendro y roble coral.
Las nuevas técnicas de propagación en invernadero, permiten reducir en un treinta por ciento los costos de siembra, comparado con el sistema tradicional de la bolsa plástica.
Buena parte del desarrollo de esta tecnología se está realizando en alianza con empresas forestales y organizaciones de la zona norte del país.
Este tipo de vinculación directa, entre la universidad y los empresarios, ha permitido que estas nuevas tecnologías se incorporen y mejoren rápidamente.
Colaboración del doctor Olman Murillo, del TEC