¡rápido!, llamen al novecientos once
Ya los llamé. Están en camino...
Y mientras los paramédicos hacen su labor, conversemos de la historia del novecientos once.
La idea de un solo número telefónico que manejara todas las emergencias médicas, policiales y de incendios, nació en gran Bretaña, en mil novecientos treinta y siete.
Los ingleses dedicaron el nueve nueve nueve para pedir ayuda desde cualquier rincón del país.
Treinta años mas tarde, el congreso de los estados unidos pasó una ley para instalar un sistema similar en todo el país.
Inmediatamente, la comisión federal de comunicaciones y la AT&T decidieron instalar un sistema experimental en el estado de Indiana, pero
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Bob Gallagher, presidente de la Alabama Telephone Company, se puso furioso al saber que el estado y un monopolio privado se habían puesto de acuerdo sin consultar al resto de las empresas telefónicas,
Así que decidió aguarles la fiesta!
Inmediatamente llamó a su mejor ingeniero, Bob Fitzgerald, y le encargó que diseñara un sistema para que, en toda Alabama se pudiese llamar a un sólo numero de emergencias.
Eso sí, el trabajo tenía que ser en secreto
Fitzgerald trabajó con sus mejores técnicos de noche, después de laborar sus turnos regulares de día.
escogieron el nueve uno uno, porque eran tres números que no se usaban en ningún código de acceso en Estados Unidos ni en Canadá
y en una semana, el dieciséis de febrero de mil novecientos sesenta y ocho, a las dos de la tarde, en la central de Haleyville, terminaron la instalación.
Y el presidente de la cámara de representantes de Alabama, alzó el teléfono y marcó por primera vez, el numero de emergencias: nueve uno uno
Y cuando le preguntaron a Bob Gallagher, por qué había tenido esa idea, dijo simplemente: la carrera para ser el primero siempre será parte de la especie humana, mientras hayan ríos que cruzar, montañas que escalar, o enlaces telefónicos que empalmar; y equipos que trabajen como los técnicos de la telefónica de Alabama