Aun no se acaba el impacto de la reciente crisis de los mercados inmobiliarios de estados unidos, y ya estamos preocupados y estrujados por el alza de los alimentos y las del petróleo.

Pues según algunos analistas, todo esto está relacionado.

Primero, algunos datos concretos: es verdad que cada día somos más habitantes sobre la tierra y cada día consumimos más, desde tortillas hasta gasolina

Otra verdad innegable es que la tierra no se estira, y parece que, al menos en algunas materias, estamos llegando al límite de la capacidad de producción

Pero, ¿por qué todo se vino tan de repente?

Aquí entra la segunda explicación.

Para algunos economistas, las alzas incontenibles de los combustibles, y sobre todo de los granos básicos, son justamente el resultado de las crisis inmobiliarias que azotan al mercado estadounidense desde el año pasado.

Cuando los bancos estadounidenses tienen en sus manos miles de casas que ni sacan a remate pues nadie las va a comprar, cuando los bienes raíces pierden valor como inversión segura, ¿Qué hacen los que quieren invertir?

Según esos analistas, esos capitales están ahora dedicados a comprar y vender petróleo y granos básicos, haciendo que semana tras semana suba el precio de esos productos.

El resultado es que el precio de la tonelada de trigo en el mercado de Chicago ha llegado a subir el veinte por ciento en un solo día,
 
Para el organismo francés encargado de vigilar los grandes cultivos, la ONIGC, los cereales alimenticios sirven como valores refugio.

Lo que lleva a que los especuladores transen cada día miles y miles de toneladas de alimentos, los cuales no existen, pues son los mismos que cambian de mano muchas veces.

Otro problema es que cada día los países exportan menos cereales, pues su propia población necesita alimentarse

Es el caso de China y la India, que antiguamente eran proveedores de arroz para todo el mundo, y ya no lo son.

Según la FAO, la organización mundial de la alimentación y la agricultura, necesitamos tener de reserva comida de todo el mundo para dos meses; pero en la mayoría de los alimentos básicos, no tenemos ni eso.

Pero viene un peligro mayor: y es que se permita que el inmenso flujo de dinero acumulado en los fondos de pensiones de estados unidos y Europa, el equivalente de las pensiones complementarias ticas, se dedique a especular con los alimentos.

Por un lado, nadie puede impedir la especulación con los alimentos, y por otro, la situación sigue empeorando.

Como veremos después de la pausa, esto tiene consecuencias trágicas sobre los más desposeídos…