Jueves, 23 Abril 2009 18:00

Hospitales seguros y desastres

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Terremotos, huracanes, erupciones volcánicas, inundaciones y otros fenómenos naturales azotan con frecuencia nuestra Región, que cada año padece un promedio de 130 desastres. Cuando acontece un desastre, nuestra inmediata preocupación es salvar vidas, ayudar a los heridos y restaurar el bienestar de las comunidades afectadas.

Eso no se puede lograr sin un elemento vital: nuestros hospitales.

Pero más de la mitad de estos, más de 8 mil en toda Latinoamérica y el Caribe, están situados en zonas de alto riesgo. Si estos establecimientos de salud dejan de funcionar como consecuencia de un desastre, las secuelas se agravan profundamente. Por eso resaltamos la necesidad de  contar con hospitales seguros.

Los hospitales seguros son aquellos cuyos servicios permanecen accesibles y funcionando a su máxima capacidad y en su misma infraestructura inmediatamente después de que ocurre un desastre. Para ello deben contar con la máxima protección posible, deben continuar operando sus vías de acceso y el suministro de agua potable, energía eléctrica y telecomunicaciones, pues esto permite garantizar su funcionamiento continuo y absorber la demanda adicional de atención médica.

Construir hospitales seguros es factible. De hecho, si se incorporan las medidas recomendadas para mitigar los riesgos desde la planeación y diseño del nuevo hospital, el costo de construir un hospital seguro es prácticamente el mismo que el de un hospital vulnerable. En cambio, según la CEPAL, un hospital inseguro genera pérdidas millonarias por el costo de la infraestructura, de los equipos y los materiales que se pierden al fallar durante un desastre natural, así como costos económicos indirectos y elevados costos humanos y de salud.

La estrategia de hospitales seguros impulsada por la Organización Panamericana de la Salud promueve que se construyan todos los hospitales de acuerdo con las normas de seguridad. Ecuador, México y Perú han creado programas nacionales de “hospitales seguros” y Centroamérica está trabajando en un ambicioso plan para desarrollar esta iniciativa en Costa Rica, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Panamá. En el Caribe; Barbados, Cuba, Dominica, Jamaica, Granada, San Cristóbal y Nevis, San Vicente y las Granadinas, y Trinidad y Tobago, están utilizando un Índice de Seguridad Hospitalaria para evaluar los niveles de seguridad, lo mismo que Bolivia y Paraguay.

Además, es urgente adoptar medidas específicas para reforzar los niveles de seguridad de los establecimientos de salud ya existentes, como en Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, las islas Caimán, México y Perú. El costo es mayor, aunque siempre menor que las gigantescas pérdidas que causan los desastres en establecimientos que no han sido reforzados.

Al reducir la vulnerabilidad de los hospitales ante los desastres naturales deben primar las consideraciones humanitarias y de salud pública, aunque también es una excelente inversión. Los responsables de tomar decisiones sobre las inversiones públicas que afectan a la colectividad deben tener presente el  mensaje central del Día Mundial de la Salud 2009:

“cuando ocurre un desastre, los hospitales seguros salvan vidas”.