Ayer conversábamos de la felicidad,

Hoy vamos con la segunda parte de la receta.

La independencia.

Bueno, no queremos ofender a nadie, pero la verdad es que las personas felices tienen dos características:

Primera, no dependen de otros, sino que se la juegan solitos

Y segunda, asumen la responsabilidad de sus propios actos.

Fíjese: la gente amargada vive echándole la culpa de sus desgracias a otros,

A sus padres, al patrón, al gobierno, al tráfico.

En dos platos, esperan todo de los demás, y como no les cumplen, pasan la vida quejándose.

La gente feliz dice:

“Yo metí la pata, pero voy a ver como la arreglo”

“No me quejo, podría estar peor,”

Ser agradecido ayuda a ser feliz.

¡claro que sí! Las personas agradecidas tienen buenos sentimientos, reconocen el valor de los demás y por eso aprecian a quienes los rodean.

Pero hablamos del agradecimiento sincero, no de decir gracias por aparentar.

Porque fingir un buen sentimiento tiene el resultado contrario, hace infeliz al simulador.

¡Piensa positivamente!

Sobre esto ha habido mucha discusión, ya que hay ocasiones en que ningún pensamiento positivo puede cambiar un hecho infeliz.

Los expertos dicen que el positivismo se aplica a la hora de evaluar los hechos de la vida, no para predecir el futuro.

Si tengo que pagar una deuda el 30 pero me gasto la plata en ir al cine diciendo: las cosas se arreglarán antes del 30. Eso no es pensar positivamente, eso es actuar de manera irresponsable.

Pensar positivamente es decir: hoy no puedo ir al cine porque tengo deudas que pagar, pero si me esfuerzo, en el futuro si podré.

Pensar positivamente es evaluar de manera positiva el propio bienestar. La gente que se siente bien, vive mejor, tiene mejor salud, son mejores compañeros de trabajo, mejores cónyuges, más sociables y saben salir adelante de las dificultades.

Y para terminar, todos los expertos dicen que ser felices no es nada fácil.

Lo más fácil es vivir quejándose, porque si usted busca de qué quejarse, hay muchas cosas: su salud, su pareja, el gobierno, la situación económica o su apariencia física.

Lo difícil es darse el trabajo de ser feliz, de buscar lo bueno que hay en la vida y mostrarlo a los demás.

Pues usted haga ese esfuerzo; a pesar de todo lo malo, busque lo bueno de su vida y multiplíquelo.