Nada mejor que comenzar la semana pensando en triunfar, pero ¿Cual es el secreto del éxito?

Veamos los secretos de los triunfadores.

Hacen lo que tienen que hacer inmediatamente. No dejan las cosas para después.

No piensan demasiado. Una vez analizado y revisado el asunto, toman la decisión y no le dan más vueltas: las ejecutan.

Conocen sus límites; lo que saben hacer y lo que no. Ordenan sus prioridades, las asumen y delegan.

Delegan: saben dejar para otros lo que no es objeto de su trabajo.

Saben moverse en la red. Es mejor conocer a quien sabe algo que saber de todo. Preguntan, utilizan los recursos de su red de contactos.

Siempre positivos, constructivos, no caen en el negativismo, en el pesimismo.

Son coherentes. No cambian de línea de acción o de pensamiento cada rato. Dudan poco. Controlan la ansiedad de la duda.

Ganan y dejan ganar. Crean sinergias y colaboraciones en las que ambas partes ganan claramente

Crean un modelo de negocio sencillo, claro, sostenible. Se complican poco.

Saben gestionar sus emociones, tienen grandes habilidades sociales para las relaciones con los demás.

Se concentran en lugar de dispersarse. Es lo que los campesinos llamaban: tirar con bala rasa, no con perdigones.

Saben desconectarse. Tienen otras actividades que les apasionan y que les llenan de energía y vitalidad.

Asumen los errores. Aprenden de ellos. No se recriminan, ni a quienes trabajan con ellos.

Confían en quienes tienen a su lado. Les dan confianza y los tratan de manera constructiva. No tratan de cazarlos en errores, no los controlan abusivamente ni cuestionan todas sus decisiones.

Saben cómo calmarse y lo hacen. Cuando se mueven en terreno dudoso, se calman para estar más atentos y entender mejor el terreno. Se enfocan sobre el presente, abordando una sola cosa a la vez.

No se dejan llevar por el “calentón” del momento. Conocen y utilizan sus emociones. Saben que si hoy no encuentran la solución, ésta puede llegar en cualquier otro momento.

Practican en alguna actividad energizante, una pasión, algo que les llena de vitalidad, carga sus pilas y relaja sus mentes.

Dan lo mejor de sí mismos hasta el final. No se desalientan ante el primer fracaso, saben que la solución sólo aparecerá si perseveran en sus esfuerzos.

Viven el momento tal como es, no como les gustaría que fuera, y lo aceptan. Con ello parten de la realidad para resolver sus asuntos.

Fuente: artículo de la consultora española Mónica Grossoni, publicado en www.reclutamientoefectivo.com