Dar vida después de la vida
Hay padecimientos humanos incurables
Otros, que eran incurables, hoy tienen cura con un transplante de otro ser humano,
Entre los tejidos que pueden transplantarse en costa rica se encuentran el hígado, los pulmones, los intestinos, las corneas, la piel, algunos huesos y ciertas válvulas.
Fue el caso de Hazel, niñita que nació sin vías biliares, por lo que estaba condenada a la muerte.
Un transplante la salvó, no solo de la muerte, sino de una horrible agonía, llena de sufrimientos.
Sofía, aquejada de un síndrome que le impedía botar las bilis, sufría diariamente el dolor que le provocaba esa sustancia que se acumulaba en pelotitas bajo la piel.
Hoy Sofía y Hazel viven como niñas felices de nuevo, pues un transplante las devolvió al mundo de la esperanza.
Desgraciadamente, solo en este año ya han muerto más de diez niños esperando un donante de órgano, que no se ha conseguido a tiempo.
Por otro lado, cientos de personas mueren a diario, y sus órganos, que podrían salvar una vida, se desperdician porque la donación es mal vista por algunas personas.
Solo en el hospital nacional de niños, hubo el año pasado treinta y cinco casos de muerte encefálica, pero solo en ocho casos, los familiares donaron algún órgano.
Es necesario cambiar esas maneras de pensar, cientos de hermanos costarricenses esperan la oportunidad de que algún donante piense en ellos y les deje sus órganos al fallecer.
Donar un órgano es vencer a la muerte, perpetuarse, quedarse entre los vivos.