Lunes, 21 Abril 2008 18:00

Criminalidad e inseguridad

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A mediados de la semana pasada el articulista Jaime Gutiérrez Góngora publicó un comentario en el periódico La Nación, uno de cuyos puntos centrales decía:

“Los maleantes están armados. El Estado no los puede desarmar, entonces, procede a dificultar la tenencia de armas a las víctimas potenciales, extraña lógica. Lo sensato sería que, ya que no puede proteger a sus habitantes el Estado debería más bien facilitar su defensa propia”.

El artículo del doctor Gutiérrez Góngora se refería al plan que el ejecutivo presentó a la asamblea legislativa hace unas semanas con el fin de controlar la criminalidad y la inseguridad ciudadana.

Justamente una de las ideas centrales de ese plan es que todas las armas contribuyen a la violencia, incluso las que la ciudadanía posee legalmente.

Sin embargo, como el Doctor Jaime Gutiérrez Góngora, muchos costarricenses temen por su vida y la de sus familias, por eso instalan alambres de navaja, alarmas, compran perros,

Y por lo mismo, hay noventa mil armas legalmente inscritas.

Comenta el ex ministro de seguridad y abogado Juan Diego Castro:

Inserción   yo escuché quien decía que un arma comparaba tres cosas que aparentemente son incomparables, un arma, una botella de guaro y un carro. El problema es quien tenga el arma, si cumple con los requisitos legales, si tiene la capacidad física y mental y está entrenado para tener esa arma es como una persona responsable que maneje su vehículo. Pero el irresponsable que tiene licencia y conduce el vehículo o termina matándose o mata a alguien …y el toma guaro y se la toma al cor-cor también se va a morir.

Por un lado, el plan del ejecutivo parte de la idea de que todas las armas son peligrosas, por lo que pone más restricciones a su compra, aumenta el costo de las inscripciones y licencias, limita el calibre de las armas legales, crea nuevos delitos y aumenta las penas existentes  

Por el otro, muchos ciudadanos sienten que tenemos que vivir enrejados en nuestras casas, con los vidrios de nuestros carros subidos, sin poder llevar celular ni nada de valor pues eso nos puede costar la vida.

"En ese mismo sentido se expresó recientemente en la radio el diputado libertario Luis Antonio Barrantes, al decir que:

“Esas prohibiciones en tenencia y uso de armas, solamente afectan al ciudadano que cumple con la ley, ya que el criminal, más bien le dejan la cancha más limpia para delinquir.
El verdadero problema de las armas está en el mercado ilegal donde no existe registro alguno, por eso es importante que el Estado saque de circulación esas armas ilegales.
En otras palabras: que desarmar a los ciudadanos solo consigue reafirmar  el triste refrán: tigre suelto contra burro amarrado."