Quizá no tengamos aún monopatines voladores como los de Regreso al Futuro, pero hay algunas otras tecnologías, como la que presentan los nuevos neumáticos Goodyear, que parecían futuristas y que sí que llegan al mercado por fin. Hablamos, cómo no, de los neumáticos auto-inflables.
Al parecer, el mantenimiento de los neumáticos supone el mayor coste en el mantenimiento de flotas de vehículos comerciales, estando asociadas más del 50% de las averías a problemas con estas gomas. Pero, gracias a la Tecnología de Mantenimiento del Aire AMT de Goodyear (Air Maintenance Technology en inglés), podremos olvidarnos al menos de tener que inflar las ruedas, ya que dicha acción se realizará automáticamente, y sin necesidad de bombas externas, electrónica, ni intervención del conductor (eso sí, no confundir esta tecnología con la de la rueda anti-pinchazos de Bridgestone, son cosas muy distintas).
¿Cómo funciona?
Las ruedas basan su funcionamiento en un sensor interno que detecta la bajada de presión en el neumático por debajo de un valor prefijado. En ese momento, se abre un regulador que permite el paso del aire al interior de la válvula de bombeo de la rueda. Después, gracias al propio movimiento de la rueda al girar en el eje, ese aire va pasando a otra válvula interior, y finalmente, a la propia cámara de aire, de forma que mantiene la presión de la rueda en su valor óptimo automáticamente.
Ventajas
En un primer momento, estas ruedas están destinadas a flotas de vehículos comerciales, ya que aunque su coste será superior al de un neumático normal, su uso en este tipo de vehículos llevará asociada una mejora de la eficiencia que se traducirá tanto en menor consumo de combustible como en una vida útil más larga de la rueda y, por supuesto, menores emisiones de CO2 a la atmósfera. Esto puede suponer mucho dinero si consideramos flotas con gran cantidad de vehículos que además recorren muchos kilómetros al año.
El diseño se presenta durante estos días en la Feria Internacional del Vehículo Comercial 2012 en Hanóver, Alemania. Y a pesar de que de momento no podemos poner estos neumáticos en nuestros coches, seguramente en un futuro no muy lejano sean accesibles para el público en general. Habrá que esperar un poco para que el sobrecoste de los mismos compense gracias al menor consumo de combustible. Y, a los precios a los que están la gasolina y el diesel últimamente, seguramente empiece a compensar muy pronto.
