En Puntarenas evita un duelo entre Antonio Maceo y Flor Crombet. En costa Rica mantuvo reuniones secretas con los cubanos Maceo y Crombart y con costarricenses ligados al movimiento masónico, con el fin de lograr el apoyo para su lucha y propiciar una expedición armada desde Costa Rica, que se preparó para 1895. Contó con el apoyo del Presidente Rafael Iglesias que le dio 200 rifles del armamento nacional, así como con el movimiento obrero popular organizado que se reunía a su alrededor en actos de solidaridad.