Estudió en Bélgica donde cultivó sus preocupaciones sociales. Promovió a principios del siglo XX las ideas socialcristianas y junto con Jorge Volio impulsó el periódico La Justicia Social preocupado de estos temas.
Fue un destacado hombre público, Superintendente del Hospital San Juan de Dios, Diputado, miembro de la Asamblea Constituyente de 1917, Presidente del Senado de 1917-1918 y reemplazó brevemente a su hijo como Designado a la Presidencia.