En el II Concilio de Nicea, y el Sétimo Ecuménico, del 24 de setiembre al 23 de octubre del año 787 DC, se estableció la veneración de imágenes religiosas, que forma parte muy importante de los rituales de celebración durante estos días. Un día como hoy, hace 40 días, se puso ceniza en la cabeza de los feligreses católicos en señal de penitencia, para purificar el alma, y prepararse para la Cuaresma.
En el I Concilio de Nicea, entre el 20-25 mayo del año 325 DC, bajo el papado de San Silvestre, con la intención de fortalecer la unidad de la Iglesia, se aprobó el Credo de Nicea que definió al Hijo como consustacial al Padre, que es la posición oficial de la Iglesia con relación a la Divinidad de Cristo y, se fijó la celebración de la Semana Santa el domingo posterior de la Pascua Judía.