Ese día se realizaba una excursion hacia la Basílica del Los Angeles en Cartago. El accidente se debió a una sobre carga de pasajeros y aun acelaramiento del maquinista en la curva de entrada del puente. Tres de los seis vagones cayeron al río, a una altura de 60 metros. Durante dos días se realizaron las labores de rescate de heridos y cadáveres. Testigos de la época señalaban que el río se había tenido de rojo, por la sangre derramada de las víctimas.