También impulsó don Mauro el Reglamento de Educación y el periódico El Maestro, la educación secundaria con la creación de Liceo de Costa Rica y el Colegio de Señoritas.
También el Presidente Bernardo Soto en 1882 estableció la educación laica, separada de la educación religiosa, lo que produjo un conflicto con la Iglesia católica junto con las llamadas leyes liberales.
Mauro Fernández Acuña fue Secretario de Instrucción Pública y Ministro de Hacienda del Presidente Bernardo Soto Alfaro. Probablemente por esta circunstancia pudo darle contenido económico a la Ley Fundamental de Educación que impulsó, sancionada un día como hoy, 12 de agosto de 1885, como parte de las grandes reformas educativas del siglo XIX, junto a la educación de mujeres, la declaratoria de la enseñanza gratuita, pública y costeada por el Estado.