El 10 de abril las tropas costarricense ya en Rivas, tenían una base de información de inteligencia militar muy buena. Este mismo día se produjo el Combate de Sardinal, un afluente de río, por el que navegaban en seis embarcaciones los filibusteros, viniendo de La Trinidad, donde los invasores fueron totalmente derrocados, convirtiéndose el Combate de Sardinal en el preludio de la Batalla de Rivas. Así se demostraba la capacidad de combate de los costarricenses, su alta moral combativa y su capacidad de atacar puntos vitales de los filibusteros.
Las tropas costarricenses comandadas por el General José María Cañas Escamilla, llegan por la noche a la ciudad de Rivas a reforzar las tropas que ya estaban allí, que habían llegado con el Presidente Juan Rafael Mora el día antes.
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