Mas la gran inquietud que aflora después de estos días patrios, es ¿si realmente se siguen cumpliendo estos patrióticos mandatos pasado el período de celebración de la independencia?, ¿acaso las personas se siguen cuestionando, constantemente, qué significa realmente la patria y qué se ha aportado para dignificarla?...; ¿acaso después de las tradicionales celebraciones nos preguntamos qué implica el ser costarricenses, si verdaderamente estamos orgullosos de serlo y, aún más, si estamos orgullosos de lo que nosotros le hemos aportado a Costa Rica?...
No es suficiente quedarse en manifestaciones simbólicas que celebran la Patria. Qué se gana, por ejemplo, con cantar en esos días la estrofa del Himno Nacional que versa: “que vivan siempre el trabajo y la paz”, si posterior a la celebración las personas están protestando porque les da pereza trabajar; prima la falta de solidaridad con nuestros semejantes; persiste la indiferencia ante tanta violencia doméstica; continúa el abuso en contra de los niños y de los adultos mayores o en las carreteas impera la “ley de la selva” donde la descortesía y el irrespeto son pan de cada día.
Qué se gana con decorar con banderas, ir a los desfiles o colocar mensajes en las redes sociales haciendo alusión a la importancia del ser patriótico, si al final de cuentas se cae en la falta de conciencia de nuestro rol social; se sigue menospreciando al prójimo con la crítica destructiva, la burla, la intolerancia o la discriminación o se es de quienes sumidos en una actitud de indiferencia sin dar un aporte en la construcción de una mejor patria, se limitan a criticar esperando que sean los gobiernos los que solucionen todo.
Hay que recordar que honrar a la Patria implica salirse del facilismo. Por eso, para honrar nuestra patria, en forma genuina, se necesita honestidad, solidaridad, una actitud propositiva, asertiva y una clara búsqueda del bien común. No lo olvidemos: a la patria no se le ama de verdad si viviendo en ella no se le dedican los mejores talentos, capacidades y acciones. Por eso, para que este sagrado compromiso cívico de honrar a la Patria perdure por siempre, requerimos el mayor de los compromisos en forma constante.
Porque solamente podemos sentirnos orgullosos de decir que Costa Rica progresa en democracia, libertad y paz, cuando, cada uno de nosotros, seamos partícipes activos de los constantes procesos de engrandecimiento de nuestra Patria.