Lunes, 31 Mayo 2010 18:21

UNIDOS POR COSTA RICA

En los últimos días nuestro país ha experimentado un debate cívico en torno al proyecto del aumento salarial de los señores Diputados. Mucho se ha criticado al respecto, y aún cuando la mayoría de los críticos consideraron que no era el momento oportuno para este proyecto, lo cierto es que tarde o temprano este tema debe analizarse con objetividad y seriedad, pues conviene instituir en Costa Rica un sistema de equilibrio salarial, dada las grandes diferencias que existe en la actual relación de salarios del sector público.

 

No podemos ignorar que ante tanta crítica por este tema, existe en las conciencias de muchos una gran desazón, pero como lo advirtiera Winston Churchill, “las críticas no serán agradables, pero son necesarias”, y en efecto, la lección  que nos deja este debate a todos es que el pueblo costarricense - por ahora - no estaba de acuerdo con el proyecto.

 

Por ello, la gran enseñanza es que todos hagamos lectura correcta de la situación y por nuestro propio bien, sin rencores y resentimientos,  sigamos hoy más que nunca unidos por Costa Rica, teniendo presente que si bien es cierto un gobierno se instituye para dirigir la cosa pública, uno democrático no fundamenta sus ejes de acción exclusivamente sobre la oferta política, sino también sobre la demanda social.

 

Teniendo como norte afianzar la democracia y no permitir que con las decisiones tomadas se provoque un deterioro de las bases que permitan a nuestro país convertirse en una nación desarrollada y próspera, todos en este país tenemos que seguir unidos y seguir luchando para que en Costa Rica consolidemos el Estado de Derecho sin interrupciones.

 

Tenemos que seguir unidos y seguir luchando para que en Costa Rica consolidemos la institucionalidad democrática basada en la existencia de partidos políticos fuertes y una Asamblea Legislativa comprometida con los problemas fundamentales del país y sus soluciones, donde discrepar no sea sinónimo de obstruccionismo.

 

Tenemos que seguir unidos y seguir luchando para que nuestros compromisos adquiridos con otras naciones en temas económicos nos garanticen un país con pleno empleo y que nuestra integración con el resto del mundo nos genere mayor competitividad y nos permita gozar de un alto nivel de ahorro interno y alta inversión, tanto nacional como extranjera.

 

Tenemos que seguir unidos y seguir luchando para que con absoluta transparencia nuestro gobierno se caracterice por un manejo económico ordenado, realista, permanente, y sostenible, con capacidad de hacer frente a crisis externas, al endeudamiento público y para que los frutos de la riqueza se visibilicen en todos los niveles y sectores de la sociedad costarricense.

 

Tenemos que seguir unidos y seguir luchando para que en Costa Rica hagamos un manejo eficiente y cuidadoso de nuestra energía y de nuestros recursos hídricos y, en general, de todos nuestros recursos naturales, protegiendo así nuestro medio ambiente, y permitiéndonos un desarrollo seguro y sostenible, en armonía con la naturaleza.

 

Tenemos que seguir unidos y seguir luchando para que se fortalezca en todos los rincones de Costa Rica el crecimiento y el desarrollo social, forjando un país más próspero, más justo, más rico, más  educado y con mayores niveles de conocimiento científico y tecnológico.

 

En definitiva, tenemos que seguir unidos y seguir luchando para que en Costa Rica sigamos teniendo instituciones públicas al servicio de la sociedad, con un Estado moderno, austero y eficiente, con procedimientos simples y ágiles que favorezcan la actividad económica; con un sistema judicial justo y eficiente; con una Asamblea Legislativa dinámica; con un régimen municipal proactivo y con un sistema político que no deje impune ningún acto de corrupción.

 

Todos, incluyendo la prensa, debemos seguir unidos por el bien del país, siendo constructivos en la crítica, cautos en el discernimiento y sobre todo respetuosos en el consejo, pues como bien lo expresara el religioso británico William Penn, solo “tienen derecho a censurar los que tienen corazón para ayudar”.  En esta noble causa, cualquiera se  puede equivocar, esto es propio del ser humano, pero la persona sensata recibe la censura con sabiduría cuando entiende que esta se hace para ayudar.