Terminadas las fiestas decembrinas, ya se ha hecho tradicional que los medios de comunicación informen cómo muchas familias salen corriendo a las casas de empeño para realizar trueques entre sus electrodomésticos y joyas, a cambio de efectivo. Y si esta no es la opción, la más fácil, pero la más onerosa, se apersonan a bancos y entes financieros a sacar microcréditos o dinero plástico, lo que también les acarrea intereses altos y gravosos.
En este contexto, el ahorro que supone el salario escolar en el sector público o privado, cuyo pago diferido se realiza en enero de cada año, es la tabla de salvación de muchas familias costarricenses para atender la entrada a clases. En el sector privado, el salario escolar está consagrado mediante ley de la República que Restauración Nacional le dio al país, número 8682, de octubre del 2008, y se diferencia de su homólogo en el sector público porque es un beneficio voluntario, no obligatorio, respecto del cual los trabajadores pueden optar. Sólo en el Banco Popular, actualmente, ya hay unas 12 mil personas que lo tomaron, y esto ha generado el giro de unos 1,700 millones de colones para el 2015, esto sin contar la participación de las asociaciones solidaristas en este asunto.
No obstante esto, actualmente existe una desigualdad real entre los trabajadores de ambos sectores, respecto de este importante instrumento: los del sector público están exentos por ley del impuesto sobre la renta, en tanto los del privado sí pagan este tributo, cuando corresponde. Por este motivo, he presentado el expediente número 19.851a la corriente legislativa, con el fin de acabar con esta situación. Con la iniciativa, el incentivo se mejora, sobre todo para la clase media, y esperaríamos que en el corto plazo esto se constituya en un acicate para que los trabajadores del sector privado, masivamente, ahorren su salario escolar.
Por el bien de las familias y, sobre todo, de los cientos de miles de escolares y colegiales en todo el país, debemos exigirle al gobierno y a las fracciones parlamentarias su diligente apoyo a este proyecto. ¡Es un asunto de justicia y equidad!
Fabricio Alvarado
Diputado de Restauración Nacional