El lunes anterior (31 julio) se inauguró el “Poema Gigante” en las calles del centro de la ciudad de Heredia, promovido por la Universidad Nacional y la UNESCO, con asistencia de miles de costarricenses que curiosos ante la novedad del evento, preguntaban sobre el objetivo de aquel acontecimiento que acaparaba más de dos cuadras de asfalto cubierto por un extenso papel de 200 metros de largo.
Poco a poco, el papel blanco prensado al cemento fue cogiendo vida, al absorber la diversidad de colores, formas, figuras y géneros literarios como la poesía, el cuento y comentarios diversos. Los protagonistas de este “Poema” conscientes del momento y de su aporte a la historia de la literatura y en especial de la narrativa costarricense, se esforzaron por lucir sus más inéditas manifestaciones, en la búsqueda de comunicar y plasmar la época en que vivimos.
La heterogénea imagen de movimientos y voces fueron el motor para que quedaran inscritos en este Gran Poema, temas de interés de niños, jóvenes, adultos, que describían un mundo inestable, de conflictos y problemas nacionales e internacionales, pero a la vez, el llamado y la esperanza para rescatar la armonía del conjunto social, el respeto a las tradiciones, a las diferencias, a la equidad y a la institucionalidad como sociedad democrática y pacífica.
El poema recogió temas de la vida urbana y del campo, así como del ambiente, la tierra, la pobreza, el agua, la vida, la familia, la niñez, la educación, el arte, la cultura, la política. Un clamor contra la corrupción y la impunidad, pero a favor de un cambio individual y nacional, donde imperen los valores de humanismo, solidaridad, justicia y libertad, fueron elementos recurrentes, que se sumaron a palabras de aliento que garanticen la identidad y pertenencia de los ciudadanos a una sociedad menos enajenada y mercantilista, donde perdure la unidad, la ética y la honestidad a favor del bien común.
Escolares, colegiales, universitarios, maestras, profesores, sacerdotes, periodistas, artistas, vendedores de lotería, choferes de buses, empleados bancarios, entre muchos, mostraban su alegría al cumplir su misión de dejar su pensamiento impreso en el papel; donde abogaron porque Costa Rica no pierda el norte y pueda seguir conjugando sabiamente el pasado, el presente y el futuro, lo individual, lo social, la tradición, así como la solidaridad con la naturaleza y con los demás.
Un ejemplar esfuerzo de la Dirección de Extensión de la UNA, la UNESCO de Andalucía-España, la Municipalidad de Heredia y del Centro de Estudios para el Desarrollo Solidarista-CEDES ASOUNA EDUCA, de la Asociación Solidarista de Funcionarios de la Universidad Nacional.
Efraín Cavallini Acuña
El lunes anterior (31 julio) se inauguró el “Poema Gigante” en las calles del centro de la ciudad de Heredia, promovido por la Universidad Nacional y la UNESCO, con asistencia de miles de costarricenses que curiosos ante la novedad del evento, preguntaban sobre el objetivo de aquel acontecimiento que acaparaba más de dos cuadras de asfalto cubierto por un extenso papel de 200 metros de largo.
Poco a poco, el papel blanco prensado al cemento fue cogiendo vida, al absorber la diversidad de colores, formas, figuras y géneros literarios como la poesía, el cuento y comentarios diversos. Los protagonistas de este “Poema” conscientes del momento y de su aporte a la historia de la literatura y en especial de la narrativa costarricense, se esforzaron por lucir sus más inéditas manifestaciones, en la búsqueda de comunicar y plasmar la época en que vivimos.
La heterogénea imagen de movimientos y voces fueron el motor para que quedaran inscritos en este Gran Poema, temas de interés de niños, jóvenes, adultos, que describían un mundo inestable, de conflictos y problemas nacionales e internacionales, pero a la vez, el llamado y la esperanza para rescatar la armonía del conjunto social, el respeto a las tradiciones, a las diferencias, a la equidad y a la institucionalidad como sociedad democrática y pacífica.
El poema recogió temas de la vida urbana y del campo, así como del ambiente, la tierra, la pobreza, el agua, la vida, la familia, la niñez, la educación, el arte, la cultura, la política. Un clamor contra la corrupción y la impunidad, pero a favor de un cambio individual y nacional, donde imperen los valores de humanismo, solidaridad, justicia y libertad, fueron elementos recurrentes, que se sumaron a palabras de aliento que garanticen la identidad y pertenencia de los ciudadanos a una sociedad menos enajenada y mercantilista, donde perdure la unidad, la ética y la honestidad a favor del bien común.
Escolares, colegiales, universitarios, maestras, profesores, sacerdotes, periodistas, artistas, vendedores de lotería, choferes de buses, empleados bancarios, entre muchos, mostraban su alegría al cumplir su misión de dejar su pensamiento impreso en el papel; donde abogaron porque Costa Rica no pierda el norte y pueda seguir conjugando sabiamente el pasado, el presente y el futuro, lo individual, lo social, la tradición, así como la solidaridad con la naturaleza y con los demás.
Un ejemplar esfuerzo de la Dirección de Extensión de la UNA, la UNESCO de Andalucía-España, la Municipalidad de Heredia y del Centro de Estudios para el Desarrollo Solidarista-CEDES ASOUNA EDUCA, de la Asociación Solidarista de Funcionarios de la Universidad Nacional.
Efraín Cavallini Acuña