Jueves, 29 Agosto 2013 05:43

Un ejemplo de lo que no se debe hacer

Días atrás hemos escuchado sobre las nefastas y absurdas palabras del señor presidente de nuestra nación vecina, Nicaragua, nos hemos asombrado al ver como día a día la necesidad de protagonizar del señor Ortega lo llevan a realizar actos que van en contra de toda lógica.

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Dejándose llevar por esa sed de problemas se olvida de que nuestro país ha servido durante cientos de años como la salvación para muchos de sus habitantes, les hemos tendido la mano, aquí les hemos dado educación, trabajo profesionalismo entre otras. ¿Se ha olvidado de esto señor Ortega?, acaso no recuerda que aunque no compartamos ciertas creencias o ideales ante todo debemos de respetarnos como hermanos que somos.
Debería de preocuparse más por desarrollar su país, dotar de mayor empleo a sus habitantes, siendo estos los principales estandartes de su pasada campaña electoral, o ¿Acaso no lo recuerda ya? ¿Porque antes de buscar incomodar a un pueblo, no le da la luz que prometió darles muchas veces?, y que en lugar de caminar hacia esa luz retrocede cada vez más con estas declaraciones que oscurecen su gobierno.
Busque sobresalir por sus buenas acciones, por su desarrollo, sus ideas, su legado de buenas acciones, no por la polémica. Una vez más Costa Rica le pide que nos deje en paz, Guanacaste es nuestro y usted mismo lo sabe, entonces ¿Por qué sigue molestándonos?, no ve acaso que el que tiene más que perder es usted, su mismo pueblo, el que creyó en usted y fijó en su persona la esperanza que se desvaneció hace mucho, lo repudia señor Ortega.
Seguiremos creciendo como país mientras usted desciende al abismo más oscuro que es la soledad y el aislamiento de los que una vez fuimos sus amigos, sus vecinos y sus compañeros, y que lastimosamente ha olvidado esto su persona y en lugar de retomar el viejo camino de la democracia, el respeto y los valores sigue cayendo en una espiral sin fin.
El estar inquietando nuestra paz no le traerá las mejores ideas para su país, esas ideas nacen cuando verdaderamente se ama una nación y se le quiere dar lo mejor a este pueblo que acudió a votar por usted pensado que sería la mejor opción a la necesidad que tenían, recuerde señor Ortega, “La descomposición de todo gobierno comienza por la decadencia de los principio sobre los cuales fue fundado”. Montesquieu, sea cuales fueran estos.
Señor Daniel Ortega, usted es el perfecto ejemplo, claro, el ejemplo de lo que no se debe hacer.

Andy Cordero Vega