En estos últimos meses nuestro país se ha visto envuelto en lo que para mí ha sido unos de los mayores desordenes que recuerdo, además de un sentido de desesperanza y desconfianza que parece invadir cada corazón del costarricense.
Mientras pienso en lo que veo y medito en mi corazón, es cuando entiendo el poder de un sueño, ese poder que nos hace levantarnos de cualquier situación, ese poder que nos lleva a lugares que en nuestra imaginación ya existen. Dios ha dado a cada persona el poder para soñar, nadie es cautivo en su mente a menos que así lo desee o lo permita.
Nuestro país se ha caracterizado por libertad, libertad para elegir un gobierno, libertad para emprender, libertad para opinar, libertad para construir lo que está en nuestro corazón, y sin cerrar los ojos a la realidad en medio de lo que sucede y todos podemos ver, quisiera ver a un pueblo costarricense lleno de esperanza y con empeño a salir adelante, a buscar cada quien no sólo el bien común sino el de otros.
Sé que la realidad de cada uno es distinta, que cada uno de nosotros aún en su mente y corazón es completamente distinto, pero confío en un Dios que tiene a Costa Rica en su corazón, en un Dios que ha sellado esta nación como una tierra de paz y oportunidad, costarricense esta tierra es la que Dios nos dio, vamos juntos por ella.
Es tiempo de crear las mayores obras, llenas de esperanza, vamos artistas costarricenses creen, creen de lo más profundo de ustedes lo mejor de lo mejor, vamos profesores y maestros, enseñen con pasión a niños y jóvenes que necesitan guía y sabiduría, gobernantes vamos con integridad a cuidar a un pueblo que confió en ustedes para manejar este hermoso país, trabajadores costarricenses vamos con todo a caminar, a creer, a soñar.
Soñemos, sabiendo que esta tierra es nuestra, esta tierra bendita por Dios es nuestra, soñemos, seamos libres también en nuestros corazones y mentes, que esa libertad de Dios sea en cada uno para avanzar, creamos juntos en que lo que viene puede ser mejor, porque cada uno contribuye en esto, somos uno costarricenses y donde sea que vayamos o estemos llevamos la esencia de la paz que Dios derramó sobre nuestro país, soñemos, que el poder de un sueño rompe barreras y echa atrás al miedo al futuro.
Es ahora Costa Rica, es ahora cuando cada uno avanza y sueña con pasión por una nación que merece de nosotros lo mejor, es ahora cuando soñamos juntos en ver a nuestras generaciones llenas de alegría y paz, soñemos juntos como pueblo, soñemos y esforcémonos en lograr que nuestro país mantenga siempre ese aroma a libertad.
Pamela Barrientos Vargas
Cédula: 2 0621 0015
En estos últimos meses nuestro país se ha visto envuelto en lo que para mí ha sido unos de los mayores desordenes que recuerdo, además de un sentido de desesperanza y desconfianza que parece invadir cada corazón del costarricense.
Mientras pienso en lo que veo y medito en mi corazón, es cuando entiendo el poder de un sueño, ese poder que nos hace levantarnos de cualquier situación, ese poder que nos lleva a lugares que en nuestra imaginación ya existen. Dios ha dado a cada persona el poder para soñar, nadie es cautivo en su mente a menos que así lo desee o lo permita.
Nuestro país se ha caracterizado por libertad, libertad para elegir un gobierno, libertad para emprender, libertad para opinar, libertad para construir lo que está en nuestro corazón, y sin cerrar los ojos a la realidad en medio de lo que sucede y todos podemos ver, quisiera ver a un pueblo costarricense lleno de esperanza y con empeño a salir adelante, a buscar cada quien no sólo el bien común sino el de otros.
Sé que la realidad de cada uno es distinta, que cada uno de nosotros aún en su mente y corazón es completamente distinto, pero confío en un Dios que tiene a Costa Rica en su corazón, en un Dios que ha sellado esta nación como una tierra de paz y oportunidad, costarricense esta tierra es la que Dios nos dio, vamos juntos por ella.
Es tiempo de crear las mayores obras, llenas de esperanza, vamos artistas costarricenses creen, creen de lo más profundo de ustedes lo mejor de lo mejor, vamos profesores y maestros, enseñen con pasión a niños y jóvenes que necesitan guía y sabiduría, gobernantes vamos con integridad a cuidar a un pueblo que confió en ustedes para manejar este hermoso país, trabajadores costarricenses vamos con todo a caminar, a creer, a soñar.
Soñemos, sabiendo que esta tierra es nuestra, esta tierra bendita por Dios es nuestra, soñemos, seamos libres también en nuestros corazones y mentes, que esa libertad de Dios sea en cada uno para avanzar, creamos juntos en que lo que viene puede ser mejor, porque cada uno contribuye en esto, somos uno costarricenses y donde sea que vayamos o estemos llevamos la esencia de la paz que Dios derramó sobre nuestro país, soñemos, que el poder de un sueño rompe barreras y echa atrás al miedo al futuro.
Es ahora Costa Rica, es ahora cuando cada uno avanza y sueña con pasión por una nación que merece de nosotros lo mejor, es ahora cuando soñamos juntos en ver a nuestras generaciones llenas de alegría y paz, soñemos juntos como pueblo, soñemos y esforcémonos en lograr que nuestro país mantenga siempre ese aroma a libertad.
Pamela Barrientos Vargas
Cédula: 2 0621 0015