De ahí que es gratificante cuando surgen significativas manifestaciones costarricenses, defensoras de lo nuestro, en las cuales se aboga por el posicionamiento y difusión cultural de nuestro pueblo y de sus valores, como por ejemplo el tradicional turno que se realiza en marzo en San José de la Montaña en Heredia, precisamente en honor de su patrono San José. Sin duda un muy visitado y bien organizado turno que busca, asertivamente, promover, proyectar y apoyar los valores constitutivos de lo nacional popular mediante actividades como juegos tradicionales, mascaradas y deliciosas comidas típicas.
No olvidemos que la cultura es el elemento que cohesiona a quienes forman parte de una abstracción denominada nación. Ese es uno de los rasgos esenciales de la cultura popular, que es incluyente y que mantiene vivas todas las expresiones que la han determinado: literatura, tradiciones, artesanía, bailes, gastronomía, leyendas o música; frente a un mundo globalizante el cual, aunque en muchas ocasiones la ha puesto en vilo, se hace fundamental para valorarla.
Cuando se cobra conciencia de que el pasado no se ha ido ni se irá; cuando lo nuevo se encadena imperceptiblemente con el ayer; cuando se valoran las manifestaciones de identidad que se descubren en nuestras producciones culturales, es cuando, realmente, se puede comprender la verdadera dimensión del pueblo al que, con tanto orgullo, se pertenece. Ello, entonces, debe ser razón suficiente para que nuestro compromiso por reivindicarla y hacerla propia se haga realmente palpable.
Enhorabuena buena el distrito herediano de San José de la Montaña ha comprendido que avivar la cultura popular es una manera de perpetuar nuestras raíces como nación, Por ello, bien vale nuestro reconocimiento y agradecimiento para tantas mujeres y tantos hombres quienes, desde diversas trincheras y, ¡bien a lo tico!, nos regalan, cada año, los llamativos matices de nuestra esencia cultural en este famosísimo turno.
Gracias por ayudar, tan fervientemente, en esta tarea de redescubrir la autenticidad y vigencia de nuestra fecunda cultura popular. Gracias a esos organizadores y artistas de la tradición, porque por medio de sus prácticas nos ayudan a fortalecer los conceptos de identidad cultural, los cuales son fundamentales para reconquistar la conciencia popular de nuestra patria. Porque solamente conociendo nuestras raíces podremos formar generaciones vigorosas de historia, respetuosas de su tierra y amantes de sus tradiciones.