Viernes, 10 Diciembre 2010 05:20

SACANDO PROVECHO DEL AGUINALDO

En la sociedad de consumo gastar el dinero es una tarea sumamente sencilla; pero, administrarlo correctamente, para atender con buen suceso las necesidades cotidianas, es un proceso difícil que no todas las personas cumplen como norma, dado que el uso correcto del dinero no es una práctica que se aprende de la noche a la mañana.
La administración del dinero exige un ejercicio que se inicia con el reconocimiento de la necesidad  de consumo y que se complementa con la distinción entre esta y un deseo, y en este proceso, lamentablemente, muchas veces no se toma en consideración los criterios para un consumo racional.
En este contexto, el aguinaldo es un ingreso extraordinario de los trabajadores, es decir, un ingreso que no se recibe todos los meses, por ello, conviene saber utilizarlo para sacarle el mayor provecho posible, considerando las necesidades del grupo familiar. Tener la oportunidad de hacer compras especiales durante la época navideña es agradable, pero esto no significa  despilfarrar el dinero.
Sacarle provecho al aguinaldo tampoco significa no gastarlo del todo, sino más bien reservarlo para atender prioridades.  En otras palabras, significa no incluirlo en el gasto ordinario cotidiano.  Esta práctica sabia  tiene como finalidad específica disponer un fondo especial para poder realizar compras necesarias y para hacerle frente a ciertas emergencias e imprevistos familiares.
Términos como la administración, el ahorro y la planificación, no son solamente conceptos teóricos, también son aspectos que deben traducirse necesariamente en ventajas significativas para las familias, sobre todo porque los recursos económicos son limitados, y en todo caso porque la Navidad es ante todo una época de reflexión y de integración familiar.
Es muy importante aprender a vivir con lo que se gana, de modo que cuando llegue dinero extra – como sucede cada fin de año con el aguinaldo -  este se pueda administrar y utilizar racionalmente.  Recuérdese que el ahorro es una virtud que debe ser empleada por todas las personas y todas las familias, porque es una condición para tener una mayor calidad de vida y el mejor ejemplo para evitar compras compulsivas.
En la sociedad de consumo gastar el dinero es una tarea sumamente sencilla; pero, administrarlo correctamente, para atender con buen suceso las necesidades cotidianas, es un proceso difícil que no todas las personas cumplen como norma, dado que el uso correcto del dinero no es una práctica que se aprende de la noche a la mañana.
La administración del dinero exige un ejercicio que se inicia con el reconocimiento de la necesidad  de consumo y que se complementa con la distinción entre esta y un deseo, y en este proceso, lamentablemente, muchas veces no se toma en consideración los criterios para un consumo racional.
En este contexto, el aguinaldo es un ingreso extraordinario de los trabajadores, es decir, un ingreso que no se recibe todos los meses, por ello, conviene saber utilizarlo para sacarle el mayor provecho posible, considerando las necesidades del grupo familiar. Tener la oportunidad de hacer compras especiales durante la época navideña es agradable, pero esto no significa  despilfarrar el dinero.
Sacarle provecho al aguinaldo tampoco significa no gastarlo del todo, sino más bien reservarlo para atender prioridades.  En otras palabras, significa no incluirlo en el gasto ordinario cotidiano.  Esta práctica sabia  tiene como finalidad específica disponer un fondo especial para poder realizar compras necesarias y para hacerle frente a ciertas emergencias e imprevistos familiares.
Términos como la administración, el ahorro y la planificación, no son solamente conceptos teóricos, también son aspectos que deben traducirse necesariamente en ventajas significativas para las familias, sobre todo porque los recursos económicos son limitados, y en todo caso porque la Navidad es ante todo una época de reflexión y de integración familiar.
Es muy importante aprender a vivir con lo que se gana, de modo que cuando llegue dinero extra – como sucede cada fin de año con el aguinaldo -  este se pueda administrar y utilizar racionalmente.  Recuérdese que el ahorro es una virtud que debe ser empleada por todas las personas y todas las familias, porque es una condición para tener una mayor calidad de vida y el mejor ejemplo para evitar compras compulsivas.