Viernes, 01 Marzo 2013 05:26

Proclama de Juan Mora, llamando a las armas a los costarricenses.

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Muy buenos días, gracias por acompañarnos en esta linda mañana, la primera del mes de marzo.

El Primero de marzo de 1856 el Presidente de la República Juan Rafael Mora Proclama lanza su proclama, llamando a las armas a los costarricenses, escuchémosla en la voz de nuestro compañero: Gustavo Rojas Antillón:

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Compatriotas:
¡A las armas! Ha llegado el momento que os anuncié.
Marchemos á Nicaragua á destruir esa falange impía que la
ha reducido á la más oprobiosa esclavitud. Marchemos á
combatir por la libertad de nuestros hermanos.
Ellos os llaman, ellos os esperan para alzarse contra
sus tiranos. Su causa es nuestra causa. Los que hoy los
vilipendian, roban y asesinan, nos desafían audazmente é
intentan arrojar sobre nosotros las mismas ensangrentadas
cadenas. Corramos á romper las de nuestros hermanos y á
es terminar hasta el último de los verdugos.
No vamos á lidiar por un pedazo de tierra; no por adquirir
efímeros poderes; no por alcanzar misérrimas conquistas,
ni mucho menos por sacrílegos partidos. No. Vamos á
luchar por redimir á nuestros hermanos de la más inicua
tiranía: vamos á ayudarlos en la obra fecunda de su
regeneración, vamos á decirles: Hermanos de Nicaragua,
levantaos: aniquilad á vuestros opresores. Aquí venimos
á pelear á vuestro lado por vuestra libertad, por vuestra
Patria. Unión, nicaragüenses, unión! Inmolad para siempre
vuestros enconos; no más partidos, no más discordias
fratricidas! Paz, justicia y libertad para todos! Guerra sólo
a los filibusteros!
A la lid pues, costarricenses. Yo marcho al frente del
ejército nacional. Yo, que me regocijo al ver hoy vuestro
noble entusiasmo, que me enorgullezco al llamaros mis
hijos, quiero compartir siempre con vosotros el peligro y
la gloria.
Vuestras madres, esposas, hermanos é hijos os animan. Sus
patrióticas virtudes os harán invencibles. Al pelear por la
salvación de vuestros hermanos, combatiremos también
por ellos, por su honor, por su existencia, por nuestra
Patria idolatrada y la independencia hispano-americana.
Todos los leales hijos de Guatemala, El Salvador y Honduras,
marchan sobre esa horda de bandidos. Nuestra causa es
santa, el triunfo es seguro. Dios nos dará la victoria,
y con ella la paz, la concordia, la libertad, y la unión de la
gran familia centro-americana.
Juan Rafael Mora.
San José, marzo 1º de 1856.