Por eso cada 29 de mayo, día en que se celebra el Día Nacional de las personas con discapacidad, debe ser una fecha de reflexión y toma de acciones a favor de esta población pues la persona con discapacidad, como sujeto pleno de derecho que estudia, trabaja, se casa, procrea y envejece, actualmente no existe, en muchas ocasiones, en la vida social y política como el resto de los integrantes de la sociedad. Ni la misma persona con discapacidad, en muchos casos, se reconoce como tal, ya que no conoce sus derechos ni reclama la posibilidad de ejercerlos.
De ahí que, difícilmente, la palabra discapacidad encuentra relación con voces tales como eficiencia, rendimiento o capacidad; sino, más bien, con lástima e indiferencia, y cuando se hace, se toman como casos excepcionales.
El problema es que muchas veces cuando se habla de discapacidad la sociedad olvida el respeto hacia la persona. Recordemos que el individuo no es solo la discapacidad, sino que debe ser comprendido como un todo, como una persona que merece respeto y posee una propia dimensión subjetiva.
Sin embargo, para hacer más visible esta realidad, se requiere de la concientización mediante el uso de la empatía, pues a medida que las personas puedan ponerse en el lugar de sus semejantes con discapacidad empiezan a entender sus problemáticas diarias.
Se trata de tomar conciencia de lo inconsciente que se es ante las necesidades de esta población. Por ejemplo, ¿cuántas veces se dejan objetos o bolsas de basura mal puestos en la acera, o se estacionan carros en la acera como está tan de moda, sin pensar que puede ser un obstáculo para alguna persona discapacitada?...
En este sentido, los medios de comunicación cumplen un papel importante en producir mensajes de concientización, advirtiendo y educando a un público masivo para generar un cambio de mirada y actitud social acerca de las habilidades que pueden desarrollar las personas con discapacidad.
Además, como señalara el exdirector interino del Centro Nacional de Rehabilitación, Federico Montero: “Las instituciones responsables del transporte, trabajo, vivienda, deporte y recreación, de la educación y todos los otros servicios públicos y privados, tienen la obligación de tomar en cuenta la discapacidad para planificar y actuar con lógica y justicia”.
En definitiva, formar y tomar conciencia será una tarea de todos, que beneficiará a la interacción y comprensión de una sociedad inclusiva, tolerante y respetuosa de los problemas que, diariamente, enfrentan las personas con discapacidad.