Viernes, 27 Marzo 2015 08:21

Paradojas de la vida

Hay ocasiones en que un remedio no cura una enfermedad, de igual manera a veces una política que se adopta no logra su objetivo.

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Esto es algo que lleva poco más de dos meses en la mente de los franceses. Y es que Francia es uno de los países más exigentes en el control de armas, pero no pudo evitar el ataquea la oficina de Charlie Hebdo de París , una revista satírica, que dejó 12 muertos y al menos 10 heridos, el pasado 7 de enero.

Las leyes de armas francesas se remontan a 1939, se han modificado varias veces desde entonces, pero cada vez son más estrictas, el francés que desee tener un arma de fuego ha de cumplir muchos requisitos.

Pero aún así los atacantes consiguieron armas diseñadas para uso militar, prohibidas en esa nación y acallaron a un medio de comunicación. El mercado negro de las armas en Francia está inundado y se cree que el número de armas ilegales es al menos el doble de las armas legales. Según algunas publicaciones, armas como la AK-47 se pueden comprar por menos de 2 mil dólares.

Pero no solo en Francia ocurre tal paradoja, aquí mismo, en Costa Rica, los delincuentes se nutren del mercado negro para armarse o le roban las armas a los propios cuerpos policiales. Mientras tanto, las autoridades solo tienen en la mira poner más trabas a las personas que deciden adquirir un arma legalmente para defenderse.

El gobierno convocó un proyecto de ley que tiene el potencial de dejar por la libre la tenencia ilegal y el mercado negro, para que sea visto en el actual período de sesiones extraordinarias por la Comisión Legislativa de Narcotráfico y Seguridad. Se trata del expediente No 18050 “Reforma general de la Ley de Armas y Explosivos Nº 7530 y adición a leyes conexas”, presentado en la administración de Laura Chinchilla.

Desde esta asociación analizamos dicha iniciativa y encontramos que se centra en ejercer un control excesivo a la tenencia legal de armas permitidas por la actual ley, mientras ignora totalmente el control de las armas ilegales y elimina la fiscalización obligatoria del Estado a través del Arsenal Nacional contenido en la actual ley 7530.

Estamos seguros de que las autoridades deben ser más duras, pero no con el ciudadano honesto, que hace todo apegado a la ley, sino con el delincuente, que cada día doblega más a la sociedad costarricense.

Mauricio Alvarado Herrera