Y sobre aquellos compromisosse intentará construir la agenda planetaria. Si es difícil la labor de velar por la seguridad de tan nutrida e importante asamblea, poner de acuerdo a tantos, representantes de muy disímiles realidades, intereses y necesidades, es una labor más que Titánica. Antes de París, 20 conferencias previas se han realizado sin que se haya logrado acuerdo global sobre Qué y Cómo hacer las cosas para enfrentar el problema y, entre otras cosas,disminuir la emisión de los gases de efecto invernadero y sus efectos sobre el planeta.
Frente a aquella realidad, y a fin de forzar un acuerdo, desde 2011, los negociadores de las partes acordaron que París 2015 sería la Conferencia definitiva. Esta cumbre tiene que producir un compromiso mundial, y en ella se determinarácon claridad qué hará cada Estado para contribuir a la meta global.El procedimiento reconoce la imposibilidad de acordar metas uniformes para todos, por lo que se optó por el modelo de “Contribuciones”según las previsiones metas y posibilidades de cada nación, de suerte que será cada país el que definiráinternamente sus metas, y las formas de acción, comprometiéndose formalmente ante la comunidad internacional a llevarlas a cabo a partir del año 2020.
Costa Rica, al igual que las restantes naciones lleva su propio Plan a París. Un plan en un tema importante, que afectará a prácticamente a todos los habitantes y sectores de nuestra economía. Pero … ¿En qué consiste nuestro plan? Lo cierto es que, como la inmensa mayoría, lo desconozco casi por completo. Me han informado que el plan de nuestro Gobierno nos comprometerá, por los próximos 80 años, entre otras cosas, a “descarbonizar”nuestra economía, fijándonos metas intermedias ambiciosas que cumplir ya para el 2030 y 2050.
Cualquiera que sea la propuesta que el Gobierno esté presentando en París en estos días,comprometerá al país y a todala sociedad costarricense por las próximos 8 décadas. Parecería al menos razonable esperar que los ciudadanos, los industriales, los agricultores, los ganaderos, los transportistas, hubiesen sido consultados para convenir con ellos metas, métodos y calendarios de descarbonización de sus actividades productivas.
La realidad, lamentablemente es otra. Pero al menos, ¿Fueron consultadas las universidades, los centros de investigación, las academias científicas sobre cómo hacer las cosas para descarbonizar en cada una de las etapas?,al menos ¿Fue informado el país, antes de ir a comprometerloen un Plan que deberá cumplir la presente y las siguientes tres generaciones de costarricenses? Usted, como yo, conoce la respuesta a esas preguntas, y lamentablemente es … No!. Así no se hacen las cosas, si queremos hacerlas en serio, tendremos que convenirlas como sociedad.
El actual Gobierno, asume una vez más una actitud despreocupada por las consecuencias que pueden tener sus actuaciones. Candil de la calle y oscuridad de la casa, dice el refrán,.. Si tan solo fuese un refrán!
DIPUTADO Gerardo Vargas Rojas
